Espacio publicitario

Las elecciones europeas son un desafío exterior para el presidente Macron

Como baluarte contra el populismo y líder de la refundación de la Unión Europea, Emmanuel Macron corre un riesgo en términos de imagen e influencia si fracasa en su apuesta en las elecciones europeas

  • AFP

18/05/2019 05:30 am

París.- El presidente francés, Emmanuel Macron, que se ha posicionado como baluarte contra el populismo y líder de la refundación de la Unión Europea (UE), corre un gran riesgo en términos de imagen e influencia si fracasa en su apuesta en las elecciones europeas.

"A nivel simbólico, perder las elecciones europeas en su propio país sería devastador para alguien tan proeuropeo", sostiene Sébastien Maillard, director del Instituto Jacques Delors, indicó AFP

Desde que llegó al poder en 2017, tras vencer a la ultraderechista Marine Le Pen, Emmanuel Macron ha hecho de la lucha contra los populistas y los nacionalistas la madre de todas las batallas.

Pero a una semana de los comicios, el 26 de mayo, su partido está codo a codo en los sondeos con Agrupación Nacional, el partido de Le Pen, que quiere tomarse su revancha tras la derrota de 2017. Cada uno obtendría 22% de los votos, según los sondeos.

Macron también puso al "renacimiento de Europa" en el centro de su acción. Multiplicó las propuestas para reformar la zona euro, para promover una defensa europea y un salario mínimo europeo.

"La apuesta de Macron es ganar en influencia en el futuro Parlamento Europeo, que tiene verdaderos poderes y es un verdadero poder legislativo, pero no será tan fácil", añade Sébastien Maillard.

"Sin presencia en el Parlamento europeo, es difícil influir en Europa", explica una fuente de la presidencia francesa.

Tarea difícil

Después de haber sacudido la política francesa con su lema "ni derecha ni izquierda", el partido de Macron La República en Marcha (LREM) pretende reincidir en el Parlamento Europeo.

Pero la tarea parece difícil frente a los conservadores del PPE (Partido Popular Europeo) y los socialistas y demócratas (S&D), dos bastiones del hemiciclo europeo.

En vista de las encuestas, el grupo que Macron pretende crear, junto con las fuerzas liberales de ALDE, puede esperar obtener un centenar de escaños de un total de 751.

Se espera que el PPE y el S&D, que dominan actualmente el Parlamento, pierdan su capacidad de formar una mayoría por sí solos, pero seguirán pesando (obtendrían entre 180 y 150 escaños).

Todo esto alimenta las tensiones entre Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel, cuyo partido (CDU) es una piedra angular del PPE, en un momento en que la pareja franco-alemana atraviesa momentos difíciles.

"Macron desafía al PPE mientras que el interés de Merkel es mantener al PPE lo más fuerte posible", apunta Claire Demesmay del Instituto Alemán de Política Exterior (DGAP).

También está en contra de la regla del "Spitzenkandidat" impuesta por el Parlamento Europeo en 2014, en virtud de la cual la familia política que encabeza los comicios gana la presidencia de la Comisión Europea.

El alemán Manfred Weber, apoyado por la canciller, parece ser el favorito, pero París podría tener en mente a otro candidato, el francés Michel Barnier, principal negociador de la UE sobre el Brexit.

'No hay liderazgo'

Macron, que ha estado perdiendo terreno tanto en Francia como en el exterior durante el último año, también está intentando volver a imponerse a nivel europeo con estas elecciones.

"El panorama europeo está muy fragmentado, no hay liderazgo y Macron no ha logrado imponer el suyo propio", estima Jean-Thomas Lesueur, politólogo del Institut franco-belge Thomas More.

Cuando llegó al poder, el presidente francés encarnó, a través de su juventud y audacia política ante el "viejo mundo", la esperanza de un nuevo aire.

"Hace un año recibió el Premio Carlomagno en Aquisgrán, fue un momento de gracia y una forma de saludar el despertar de Europa que intentaba inspirar", recuerda Sébastien Maillard.

Pero, sobre todo, se esperaba mucho de él en cuanto a reducir los déficits y reformar Francia. Y allí, "los alemanes se desilusionaron rápidamente", observa Jean-Thomas Lesueur.

Hace poco anunció un plan evaluado en 17.000 millones de euros para apagar la crisis de los "chalecos amarillos" que degeneró a veces en manifestaciones violentas en las calles de la capital.

"Me acuerdo de un eurodiputado alemán que dijo 'si no puede controlar su capital, cómo pretende gobernar Europa'. Su capital político se ha desgastado mucho", estima Sébastien Maillard.     
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario