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¿Que está detrás del "caso Skripal"?

Rusia espera que la OPAQ de manera oficial y detallada esclarezca todo lo que se refiere al "caso de los Skripal". Abogamos porque la Secretaría Técnica de la OPAQ lleve a cabo una profunda investigación independiente e imparcial, cumpliendo cabalmente con todos los requisitos de la CPAQ

  • Diario El Universal

25/03/2018 11:00 am

Por: Vladimir Zaemskiy *

El pasado 12 de marzo, en su discurso ante el parlamento, la Primera Ministra británica, Teresa May, declaró "muy probable" que Rusia tuviera responsabilidad por el envenenamiento, del ex-coronel de la Dirección Principal de Inteligencia, el doble agente, Serguéi Skripal, y su hija Yulia, ocurrido el 4 de marzo en la ciudad de Salisbury, al ser usada una substancia neuroparalítica de clase A-234 según la clasificación del Reino Unido.

Gran Bretaña acusó públicamente a Rusia de haber "ocultado" una parte de su arsenal químico y de "usarlo" después. La versión inglesa pretende persuadir que se trata de una presunta "violación" por Rusia de sus compromisos asumidos como Estado-parte de la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento, la Transferencia y el Uso de Armas Químicas (CPAQ), que es uno de los documentos multilaterales más eficaces en la esfera del desarme y la no proliferación.

Cabe destacar, que Rusia no solo fue uno de los Estados que dieron origen a esta Convención, sino que en 1992, con mucha responsabilidad, asumió el compromiso de eliminar completamente todo su arsenal químico (de 40 mil toneladas, en aquel entonces fue uno de los más grandes a nivel mundial).

Según lo establecido por el Artículo III de la CPAQ, Rusia puso a descubierto todo su arsenal de armas químicas. Los datos presentados fueron escrupulosamente verificados y confirmados por los grupos de inspección de la Secretaría de la Organización de Prohibición de Armas Químicas (OPAQ). 

El hecho de la destrucción completa, sin reservas, del arsenal químico ruso fue oficialmente certificado el pasado 27 de septiembre de 2017 por el organismo internacional competente que es la OPAQ. Sin mencionar que Rusia cumplió esta tarea tres años antes de lo estipulado.

Al acto de la destrucción del último lote de armas químicas rusas, que tuvo lugar en el centro industrial especializado en la región de Udmurtia, asistieron representantes oficiales de la Secretaría de la OPAQ y de varios Estados, incluyendo EEUU y Gran Bretaña. 

Mientras se realizaban las labores de destrucción del arsenal químico, Rusia presentaba escrupulosamente reportes correspondientes a la OPAQ. Los resultados de nuestro trabajo siempre fueron valorados altamente. En estas circunstancias, decir que Rusia ha ocultado una parte de su arsenal químico es por lo menos un absurdo.

Dada la gravedad de las acusaciones lanzadas contra nuestro país, la Embajada de Rusia en Londres le remitió de inmediato a Foreign Office (la Cancillería británica) una nota verbal, solicitando acceso a todos los datos de la investigación, incluyendo las muestras de la substancia química, a las cuales se refieren las autoridades británicas, para llevar a cabo una investigación integral conjunta.

En tal sentido, ofrecemos emplear el punto 2 del Artículo IX de la CPAQ. En dicho numeral, se propone a los Estados-partes de la Convención arreglar cualquier asunto, que suscite dudas sobre el cumplimiento de este documento internacional, mediante un intercambio de información y consultas bilaterales. Dando seguimiento a este artículo, Rusia estaría dispuesta a responder ante la demanda de Gran Bretaña en un plazo de diez días.

Lamentablemente, la Parte Británica rechazó esta opción y en vez de basar su accionar en las normas jurídicas internacionales, prefirió politizar de manera grosera el asunto.

Es difícil entender lo que quería la Parte Británica al solicitar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el día 14 de marzo de 2018, puesto que el caso de los Skripal no se corresponde con el mandato de este organismo internacional. 

Es obvio que antes de obtener la resolución final de la OPAQ sobre lo sucedido en la ciudad de Salisbury (hay que saber con exactitud si ha sido usada una substancia neuroparalítica, y de ser así, explicar cómo se determinó el origen de la misma, qué acciones y sobre qué base fueron realizadas para atender a las víctimas, etc.), cualquier discusión sobre este tema simplemente carece de sentido.

El pasado 14 de marzo, la Primera Ministra, Teresa May, por fin entró en razón y envió un oficio a nombre del Director General de la OPAQ Sr. A. Uzumdzhu, proponiendo a la Secretaría Técnica de la OPAQ llevar a cabo "un análisis imparcial de los resultados de la investigación británica" sobre el suceso en Salisbury. 

Los expertos de la Secretaría Técnica de la OPAQ llegaron a Gran Bretaña cinco días después para analizar, de manera independiente, las conclusiones hechas por el laboratorio británico, ubicado en la población Porton-Down, sobre lo ocurrido en Salisbury.

Rusia espera que la OPAQ de manera oficial y detallada esclarezca todo lo que se refiere al "caso de los Skripal". Abogamos porque la Secretaría Técnica de la OPAQ lleve a cabo una profunda investigación independiente e imparcial, cumpliendo cabalmente con todos los requisitos de la CPAQ.

En está relación Rusia reitera que no ha usado armas químicas contra Gran Bretaña. 

Al analizar de fondo la versión inglesa de este notorio suceso, surgen cada vez más preguntas tanto de carácter legal, como práctico. En particular, es imprescindible aclarar los siguientes aspectos.

¿Dónde, cómo y quién tomó las pruebas de análisis de Serguéi y Yulia Skripal? ¿Cómo se documentó este procedimiento? ¿Quién podrá certificar la autenticidad de estos datos? ¿Fueron cumplidos todos los requerimientos de la OPAQ en cuanto a la cadena de custodia al recolectar las pruebas?

¿Mediante qué métodos (análisis espectral, etc.) la parte británica pudo, en tan corto plazo, identificar el tipo de sustancia química (Novichok en la clasificación de países occidentales) presuntamente usada? Como entendemos, para ello hay que tener una muestra modelo de dicha substancia.

¿Cómo se explica el carácter apresurado de las conclusiones ya declaradas cuando los comentarios oficiales de policía de Scotland Yard definen que "para el debido fallo son necesarias varias semanas o hasta meses de trabajo"?

¿A base de qué datos o síntomas se decidió precipitadamente inyectar el antídoto a los Skripal y al policía británico? ¿Pudo tal prisa llevar al deterioro grave de su salud y al empeoramiento posterior? Vale recalcar al respecto, que todavía ni siquiera presentaron una sola evidencia material del estado físico de dicho ciudadano y su hija o de su paradero final.

¿Cómo se puede explicar el efecto prolongado de una sustancia neuroparalítica que por su naturaleza es de acción instantánea? Parece por lo menos extraña la discrepancia en las versiones ofrecidas al publico que las víctimas fueron envenenadas en una pizzería, mientras otras indican que en un carro, en el aeropuerto, el apartamento, etc.? ¿Qué es lo que pasó en realidad? ¿Cómo fue que aparecieran después de un tiempo indefinido en un escaño callejero?

Hace falta aclarar ¿por qué se acusó arbitrariamente a Rusia por el "caso de los Skripal", a pesar de que la substancia denominada por los países occidentales como Novichok se está desarrollando en Gran Bretaña y EEUU? Los resultados conseguidos por estos países en la creación de nuevas sustancias tóxicas están reflejados en más de 200 publicaciones abiertas de la OTAN.

En todos los principales organismos multilaterales Rusia aboga de forma consecuente porque todos los delitos cometidos con el empleo de agentes tóxicos sean investigados con minuciosidad, esmero y profesionalismo y que se exija la responsabilidad de los culpables.

Rusia, como miembro responsable de la comunidad internacional actúa con esmero y meticulosidad según la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. Al mismo tiempo, nunca aceptaremos el lenguaje del ultimátum ni responderemos a una retórica resófoba y acusaciones verbales sin fundamento alguno. Tampoco podemos creer la palabra sin verificar los hechos mediante una investigación seria e integral. 

Cabe recalcar que hace poco el público británico creyó en la "palabra honesta" de aquel entonces Primer Ministro, Tony Blair, quien más tarde hundió su país en la intentona de Iraq. Es notorio que el Sr. Blair unos años después se confesó de "haber fallado" a sus compatriotas. Hasta pidió disculpas a las familias de los fallecidos en Iraq. Pero ¿a quién trajo alivio ello? Como se dio a conocer más tarde, él mismo fue engañado por sus aliados de Washington.

Sin embargo, estamos dispuestos a coadyuvar a realizar una investigación profunda e imparcial, basada estrictamente en los procedimientos técnicos y verificables establecidos.

Lamentablemente, las actuales acciones de los países occidentales en torno al "caso de los Skripal", fabricado por ellos mismos, contradicen no sólo a las normas del Derecho Internacional y a la práctica universal de relaciones interestatales, sino al mismo sentido común. De hecho, constituyen una abominable provocación para lanzar crítica infundada y preconcebida contra Rusia.

Por: Vladimir Zaemskiy, embajador de Rusia en Venezuela

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