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Acuerdo sobre el Brexit podría ser la salvación de Theresa May

La primera ministra británica ha sorteado una crisis tras otra y esquivó los golpes que le llovieron de todos lados mientras pilotaba las negociaciones del Brexit asegurando su carrera política

  • AFP

15/11/2018 05:30 am

Londres.- La primera ministra británica Theresa May sorteó una crisis tras otra y esquivó los golpes que le llovieron de todos lados mientras pilotaba las negociaciones del Brexit. Ahora, con un acuerdo en el bolsillo, podría mantenerse en el cargo, al menos un tiempo.

Varias veces se la dio por muerta políticamente desde que en junio de 2017 se pegó un tiro en el pie al convocar unas legislativas anticipadas destinadas a fortalecer su posición pero en las que acabó perdiendo la mayoría absoluta y dependiendo del apoyo de un pequeño partido ultraconservador norirlandés para gobernar, destacó AFP.

Esta política de 62 años, que proyecta una imagen de frialdad un poco mecánica, mostró sin embargo una firme determinación y destreza para aprovechar las divisiones internas de su Partido Conservador y mantener a raya a sus posibles rivales mientras negociaba un difícil acuerdo con la Unión Europea.

Si logra la difícil tarea de que el parlamento apruebe el texto, May demostrará que tuvo razón en perseverar y logrará consolidar su hasta ahora cuestionado liderazgo entre los Tories.

¿Pero hasta el punto de poder volver a presentarse en las próximas legislativas?

"No", dice tajante Simon Usherwood, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Surrey.

"Su autoridad se vio mortalmente herida en las elecciones generales de 2017, a tal punto que no puedo imaginar que el partido vuelva a confiar en ella para liderarlo en unas nuevas elecciones, especialmente contra (el laborista Jeremy) Corbyn", afirma.

En su opinión, los "diputados conservadores pueden apoyar su acuerdo de retirada de la UE" pero cuando llegue el momento de negociar la futura relación comercial de Reino Unido con los 27 "sentirán que es el momento en que pueden sacar a May, culparla por las concesiones necesarias para alcanzar este acuerdo y afirmar que se necesita un nuevo líder para la próxima fase".

"Incluso suponiendo que el parlamento respalde el acuerdo, los diputados conservadores probablemente querrán remplazarla antes de las próximas elecciones en 2022 porque demostró ser inepta en campaña en las elecciones de 2017", coincide el politólogo Paul Whiteley de la Universidad de Essex.

No hay sucesor

May llegó al poder en las caóticas semanas posteriores al referéndum de junio de 2016, en que los británicos votaron por salir de la Unión Europea lo que provocó la dimisión del entonces primer ministro conservador David Cameron, de quien había sido ministra del Interior durante seis años.

Desde su revés electoral un año después, los euroescépticos en el seno de su partido han atacado con dureza su estrategia para el Brexit. Dos ministros, entre ellos el exministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, dimitieron el pasado julio.

También el hermano menor del excanciller, el secretario de Estado de Transportes Jo Johnson, uno de los proeuropeos en el seno del gabinete, dimitió el viernes pidiendo la convocatoria de un segundo referéndum sobre el acuerdo de Brexit que se estaba forjando a marchas forzadas.

Los diputados conservadores proeuropeos ya habían intentaron influenciar la estrategia de May antes del receso del verano en el parlamento, donde hicieron tambalear su liderazgo.

Pero ninguna de las dos fracciones asestó el golpe final, temerosos de ser acusados de desencadenar unos nuevos comicios que diesen el poder al opositor Partido Laborista de Corbyn e incapaces de consensuar un candidato para reemplazarla.

"No hay acuerdo sobre un sucesor", señala Iain Begg, profesor de Ciencias Políticas en la London School of Economics.

La propia May se describió una vez como "una mujer jodidamente difícil". Y su actual ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, afirmó recientemente: "no subestimen a Theresa May".

Aunque sus detractores la han acusado de tener poca altura de miras, todos coinciden en su laboriosidad.

El exlíder liberaldemócrata Nick Clegg, que fue viceprimer ministro del gobierno de coalición de Cameron, explicó recientemente: "Es muy diligente, muy trabajadora, se sumerge en los detalles, es bastante tecnócrata, muy dura, y puede ser tozuda".  
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