Día de Muertos: una tradición mexicana enriquecida con la mezcla de dos culturas
La festividad que mezcla raíces aztecas con tradiciones cristianas de la época colonial española, fue declarada en el año 2008 por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Un emotivo altar engalanó el Centro Social y Cultural Don Henrique Antonio Eraso del municipio El Hatillo este viernes durante la conmemoración del Día de Muertos, a la que más de un centenar de espectadores se apersonó para conocer más a detalle sobre esta popular festividad mexicana.
Juan Manuel Nungaray, encargado de negocios de la Embajada de México en Venezuela, señaló que esta es una tradición realmente histórica para los mexicanos, pues tiene su origen en las culturas precolombinas antes que los españoles llegaran a tierras mexicanas.
“Estos pueblos ya celebraban a los muertos antes que llegaran los españoles a México. Tenían más o menos un mes de celebración al año, existiendo toda una tradición y parafernalia. Se realizaban procesiones, y las personas se reunían alrededor de un árbol y ahí se llevaban a cabo las celebraciones”, recuerda Nungaray.
La festividad mezcla raíces aztecas con tradiciones cristianas de la época colonial española. El encargado de negocios explica que con la llegada de los españoles a México, esta tradición se fusionó con otras costumbres. “Se originó una simbiosis de las dos culturas, que conocemos como sincretismo cultural “apunta.
Esta tradición fue declarada en el año 2008 por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México, y coincide con los días señalados por la Iglesia Católica para honrar a los muertos, días de Todos los Santos y Fieles Difuntos.
La festividad se enfoca en el reencuentro con los seres queridos que partieron a otro plano terrenal antes que nosotros, por lo que se toman estos dos días para honrarlos de la mejor manera. Esto se convierte en una celebración de vivos y muertos. Un retorno transitorio a la tierra de seres queridos fallecidos.
Para esta celebración se prepara un altar con una serie de elementos concretos provenientes de la mezcla cultural del antepasado mexicano. En el mismo pueden encontrarse objetos de la tradición católica, como la Virgen de Guadalupe, patrona de México, y una cruz preparada con arreglos florales.
También están presentes símbolos de la tradición indígena, como las frutas, que se relacionan con la tierra; el papel picado, que simboliza el viento; velas que simbolizan las almas de los muertos, fotografías de seres queridos, las bebidas y alimentos preferidos de nuestros difuntos. Esto con la intención de que vengan a disfrutar por un día más de todo lo que les gustaba en vida.
“Otro dato típico sobre esta tradición son las flores que se usan para los actos. La flor de cempasúchil se cultiva desde las épocas precolombinas y es la indicada para la celebración de Día de Muertos por su característico aroma. Hoy en día en México se cultivan unas 20.000 hectáreas de esta flor y se vende precisamente durante esta temporada del año, subraya Nungaray.
El altar, cuidadosamente preparado para la ceremonia del viernes en el municipio El Hatillo, estaba dedicado principalmente a tres personajes que fallecieron durante este año y promovieron modelos de paz e inclusión en tanto en Venezuela como México.
El maestro José Antonio Abreu, Jesús Puente Leyva embajador de México en dos ocasiones en nuestro país, y un reconocido funcionario de la embajada.
"Quisimos recordar especialmente a estos personajes por su valor humanístico. Don Jesús Puente Leyva por ser un gran embajador. Precisamente, como su apellido, fue un puente importante para llegar a Venezuela desde México. Trajo a este país muchísimas manifestaciones culturales, hacía de cualquier espacio un ambiente para proyectar nuestra cultura mexicana. Al maestro Abreu porque sembró muchos sueños, concretó muchas ilusiones y quiso cambiar el Mundo a través de la música, y de alguna mediad lo cambió. El modelo de música del maestro José Antonio Abreu es un gran ejemplo para el mundo" acentuó Nungaray.
La tercera persona, explica el encargado de negocios señalando la fotografía ubicada en la parte baja del altar, es de un funcionario diplomático que llevaba por nombre Fernando. "Queremos recordarlo, porque más que un compañero fue un familiar. La mayor parte del tiempo la pasamos en la embajada por eso es muy especial recordarlo" apunta.
Una delicada calavera también componía el altar. La misma, ubicada en el centro del enorme arreglo, es de valor esencial para la embajada mexicana en el país, pues fue creada por el artista venezolano Carlos Zerpa. La usan en todos los actos del Día de Muertos.
El alcalde del municipio El Hatillo, Elías Sayegh, que también participó en la celebración, dijo por su parte que el “intercambio cultural es fundamental para nuestro país”. “Estamos orgullosos de que se escogiera el municipio El Hatillo para este acto, y pueda ilustrase a la población venezolana y también mexicana sobre esta tradición". Esta es la primera vez que se celebra la festividad en ese municipio.
"Esto apenas es un abreboca de lo que se quiere entre la relación México- Venezuela” aseguró Sayegh en el acto.
El Día de Muertos se ha convertido en una fiesta tan original como representativa de la cultura mexicana, globalizada en los últimos años. Esta festividad se celebra en todos los hogares de México. Las familias mexicanas también visitan los campos santos durante estos días.
Durante el acto del viernes las catrinas venezolanas y mexicanas también se hicieron sentir con su colorido atuendo. Convertida en icono cultural, el personaje burlón es el centro de esta celebración festiva . La figura femenina con más de 100 años de historia fue creada por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada y originalmente se llamó “La Calavera Garbancera”.
Esta suponía una burla a los indígenas que se habían enriquecido y menospreciaban sus orígenes y costumbres.
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