No obstante, la policía en Los Ángeles, en California, donde las protestas contra las redadas federales de inmigración surgieron una semana antes y causaron protestas a nivel nacional, empleó gas lacrimógeno y municiones de control de multitudes para dispersar a los detractores tras concluir el acto oficial.

Una protesta pacífica en el corazón de Los Ángeles se transformó rápidamente en un caos cuando la policía a caballo se enfrentó a la multitud, agrediendo a algunos con varas de madera y porras mientras limpiaban la calle frente al edificio federal.

Los oficiales dispararon gas lacrimógeno y proyectiles de control de multitudes sobre el grupo, provocando que los manifestantes, vendedores de alimentos y peatones se dispersaran por las vías públicas. Algunos se reagruparon, desoyendo una instrucción de dispersión emitida por el Departamento de Policía de Los Ángeles.

Un herido de gravedad en Utah

La policía reportó que al menos un individuo sufrió graves lesiones al ser atacado por disparos durante una protesta en Salt Lake City, en el oeste de Estados Unidos.

"Podemos confirmar que los disparos causaron un herido grave. El paciente ha sido transportado a un hospital con heridas potencialmente mortales", declaró la policía local en medios sociales, añadiendo que se ha detenido a un individuo.

Los medios locales relacionan los disparos con las manifestaciones a nivel nacional contra las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En otro hecho, la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, informó a medios locales que al menos cuatro agentes del Servicio de Inmigración y Control (ICE) resultaron con lesiones luego que personas atacaron con fuegos artificiales, granadas de humo y piedras la sede de esa dependencia en la ciudad de Portland, Oregón.