Tras más de una semana del atentado contra el precandidato presidencial de Colombia, Miguel Uribe Turbay, a manos de un sicario menor de edad en medio de un mitin en la localidad de Fontibón, occidente de Bogotá, su estado de salud es delicado.
La gravedad de las heridas que sufrió por un arma de fuego, llevaron a Uribe Turbay a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La de mayor complejidad fue en su cráneo tras el alojamiento de uno de los proyectiles.
Toda la opinión pública está a la espera del octavo parte médico por parte de La Fundación Santa Fe el sábado 14 de junio de 2025, sin embargo, Caracol Radio informó que este fin de semana no se entregará la comunicación sobre su evolución como se ha venido haciendo desde el día del atentado, y solo se conocerán noticias hasta el lunes 16 de junio.
El medio de comunicación colombiano indicó que en la institución se restringió el paso en el tercer piso, donde está recluido el hombre de 39 años, y solo personal médico autorizado puede movilizarse por el sector. Su esposa, María Claudia Tarazona, y su padre, Miguel Uribe Londoño son los únicos que tienen acceso a las visitas por el momento, todo esto con el fin de prevenir que Miguel pueda contraer algún tipo de infección, bacteria o virus que complique aún más su estado de salud.
¿Qué se sabe de la salud de Miguel Uribe?
En el último boletín de la institución médica, que salió sobre las 6:45 a.m. del viernes 13 de junio, se especificó más en profundidad la condición de salud en la que se encuentra el senador.
Ratifican lo delicado del caso; sin embargo, acotaron que empezó a presentar respuestas a los estímulos que ha realizado el personal médico.
“Muestra una respuesta al manejo instaurado reflejado en leve disminución de su presión intracraneana, con valores de perfusión cerebral con tendencia a la estabilidad. De continuar con esta evolución clínica, se realizará un nuevo control imagenológico cerebral en los próximos días para evaluar cambios, hallazgos y revaloración de las lesiones”, se lee en el comunicado.
Un pronóstico que, en medio de la gravedad del caso, entrega esperanza para su círculo familiar más cercano, colaboradores, colegas de actividades políticas y cientos de miles de ciudadanos que se han unido en oración desde sus casas, o a las afueras de la Fundación para pedir por su pronta y exitosa recuperación.
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