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Papa Francisco cierra las heridas dejadas por los abusos del clero en Irlanda

Primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo en su discurso que Irlanda tiene un "herencia amarga y rota" de abusos que ha dejado un "legado de dolor y sufrimiento, una historia compartida de pena"

  • DPA

26/08/2018 05:30 am

Dublín.- El papa Francisco se reunió anoche durante hora y media con ocho víctimas de abusos por parte del clero irlandés, en un intento por cerrar las heridas abiertas por sacerdotes y jerarcas en este país.

El encuentro privado se produjo durante la primera jornada del viaje del papa argentino Jorge Mario Bergoglio a Dublín para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, señaló Efe.

La cita, que había sido anunciada por el Vaticano en vísperas del viaje, se celebró en la Nunciatura Apostólica de la capital irlandesa durante un momento de pausa en la agenda del pontífice argentino.

La reunión fue "con ocho víctimas de abusos por parte del clero, de religiosos e institucionales", informó el portavoz del Vaticano, Greg Burke.

En un comunicado de la Coalición de los Hogares Madre e Hijos de Irlanda, dos personas de este grupo que participaron en el encuentro explicaron que Francisco condenó la corrupción y los encubrimientos y los calificó de "caca", y que el intérprete se lo tradujo como "aquello que se hace en el baño" para usar un eufemismo.

Entre ellos estuvieron Marie Collins, que formó parte de la Pontifica Comisión para la protección de menores creada por el papa Francisco y que la abandonó en protesta, al considerar que se estaban frenando sus actividades.

Otras víctimas presentes fueron los reverendos Patrick McCafferty y Joe McDonald, Damian O'Farrel, Paul Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fathy, mientras que otra víctima, de la que abusó el sacerdote Tony Walsh, prefirió quedar en el anonimato.

Clodagh Malone, que nació en la Casa de la Madre e Hijos de San Patricio en Dublín y fue adoptada a las diez semanas, "solicitó al Papa que declarara clara y públicamente que las madres naturales que perdieron a sus bebés por adopción no habían hecho nada malo y pidió reconciliación y reunión para estas familias que fueron destrozadas por la Iglesia católica tanto en Irlanda como en España y en el resto del mundo". "El Papa acordó incluir el mensaje en su misa mañana", aseguró en la nota.

Redmond, nacido en el Hogar de Castlepollard y adoptado a los 17 días, pidió al Papa que se reclame a las monjas que dirigían estos lugares "que acepten sus responsabilidades por el horror que sucedió durante generaciones en los hogares" y que paguen los costes de las investigaciones.

"El Papa se disculpó con todos nosotros por lo que sucedió en los hogares", explicó Redmond en la nota. El Papa recibió una copia del libro de Redmond, The Adoption Machine, que contiene detalles de las miles de muertes y horrores de los hogares. 

"El Papa quedó realmente conmocionado al enterarse de los 6.000 bebés que murieron y los 3.000 bebes desaparecidos, y de los ensayos con vacunas. Se llevó las manos a la cabeza en estado de shock", aseguraron las víctimas.

Papa admite el "grave escándalo"

Durante su primera visita a Irlanda, el papa Francisco condenó ayer los abusos sexuales a niños por parte de clérigos en Irlanda al comenzar una visita de dos días a la isla, añadió DPA.

El Pontífice dijo en su primer discurso, pronunciado en el Castillo de Dublín, que no puede evitar "reconocer el grave escándalo que ha causado en Irlanda el abuso de menores de edad por parte de miembros de la Iglesia que estaban encargados de protegerlos y educarlos".

"El hecho de que las autoridades eclesiáticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- no afrontaron adecuadamente estos repugnantes crímenes con justa razón ha dado lugar a indignación y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica", señaló el Pontífice para agregar: "Yo mismo comparto esos sentimientos".

"La Iglesia en Irlanda ha desempeñado en el pasado y en el presente un papel en la promoción del bienestar de los niños que no debe quedar tapado" por estos hechos, recalcó el pontífice, de 81 años.

Al dar la bienvenida al Papa, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo en su discurso que Irlanda tiene un "herencia amarga y rota" de abusos que ha dejado un "legado de dolor y sufrimiento, una historia compartida de pena y vergüenza".

Varadkar llamó al Papa a que aproveche su influencia para que "la justicia y la verdad" se impongan y que no se repitan "los crímenes indescriptibles perpetrados y encubiertos por personas con el fin de proteger la institución (eclesial)".

El primer ministro insistió en la necesidad de que después de las palabras sigan los hechos. "Le pedimos que escuche a las víctimas y los supervivientes. Sabemos que usted lo va a hacer", afirmó Varadkar tras recalcar que las "heridas siguen abiertas".

El Papa se reunió en privado, tras su llegada al aeropuerto de Dublín, con el presidente de Irlanda, Michael D. Higgens, y después con Varadkar y líderes de otras iglesias en el Castillo de Dublín.

Previamente, Varadkar había declarado a la emisora estatal RTE que "el pueblo irlandés quiere que reciba (del papa) el mensaje de que la Iglesia católica debe hacer más para hacer frente al abuso sexual de niños".

El Papa se ve presionado para que intensifique la lucha contra sacerdotes pederastas y contra décadas de encubrimiento de esos crímenes por parte de la Iglesia católica.

La historiadora Catherine Corless, defensora de las víctimas de abusos sexuales, dijo el viernes a medios irlandeses que se niega a ser recibida en audiencia por el Papa. Corless, cuyas investigaciones contribuyeron al descubrimiento de los restos mortales de 796 niños enterrados en secreto junto a un hogar para madres solteras en el oeste de Irlanda, gestionado por la Iglesia católica entre 1925 y 1961, aseguró que la Iglesia no ha hecho nada para esclarecer lo ocurrido en ese hogar.

Bergoglio está en el centro de la atención por una serie de escándalos, los más recientes en Estados Unidos, Chile y Australia, vinculados a curas pederastas y por la incapacidad de la Iglesia para lidiar con ellos.

El pasado lunes, en una carta dirigida a los 1.300 millones de católicos en el mundo, Francisco admitió que la Iglesia "ignoró, se mantuvo callada o silenció durante mucho tiempo" el dolor de las víctimas de abusos por parte de miembros del clero.

El motivo de la visita del Papa a Irlanda es el Encuentro Mundial de Familias. El último Papa en visitar el país fue Juan Pablo II hace casi 40 años en un momento muy distinto, con la Iglesia como una poderosa institución no cuestionada.

En esa época, el divorcio y la homosexualidad aún eran ilegales, pero Irlanda ahora es gobernada por un primer ministro que se declaró gay y en recientes referendos se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo y se suavizaron las estrictas leyes sobre el aborto.

El ministro de Salud del país, Simon Harris, habló de "sentimientos encontrados" respecto de la visita. "Entusiasmo para muchos, dolor para otros", escribió en Twitter.

Harris defiende una Irlanda liberal, al igual que Varadkar, que es abiertamente homosexual.

El programa de la visita de Francisco a Irlanda incluye también un encuentro en el Capuchin Day Centre con familias sin techo, uno de los problemas sociales más acuciantes en Irlanda.

El Pontífice se dirigió al público en un evento en el estadio Croke Park de Dublín, considerado uno de los platos fuertes del Encuentro Mundial de Familias, en el que la Iglesia católica celebra el papel de la familia.

Unas 70.000 personas asistieron al evento de dos horas.

El Papa volará hoy a Knock para rezar el Ángelus en un santuario en el que la Iglesia registra la aparición de la virgen María en 1879. Luego regresará a Dublín para oficiar una misa en el Parque Phoenix.


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