Agregó que “peleó” con líderes socialdemócratas europeos y con políticos de Estados Unidos y de los países americanos por el reconocimiento de Guaidó, a quien también reconoció presidente el Gobierno del entonces gobernante brasileño Jair Bolsonaro.

Dijo: “A los europeos les decía que no comprendía que un continente que ejercía la democracia tan plena como Europa pudiese apoyar la idea de que el impostor fuese el presidente”.

Por su parte, el presidente Maduro afirmó, durante el mismo acto, que su país está listo para participar en la construcción de una nueva Suramérica “fraterna y solidaria”.

El presidente venezolano dijo que su país fue objeto en los últimos años de un cerco montado por la ultraderecha global, al tiempo que aseguró que ha resistido y está listo para “trabajar en la construcción de un nuevo mapa de cooperación” regional.

Lula da Silva recibió con honores de Estado a su homólogo venezolano, quien visita Brasilia por primera vez desde 2015, con motivo de la cumbre suramericana.

Aunque se habla de una visita de trabajo, Maduro recibió a su llegada ciertos honores de Estado y Lula lo esperó en lo alto de una rampa que conduce a la primera planta del Palacio de Planalto, en la que medio centenar de soldados con uniformes históricos formaron un pasillo de bienvenida.

Asimismo, Lula invitó para este martes a los presidentes de los otros once países suramericanos (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay) para un cumbre regional y el presidente Maduro fue el primero en llegar a Brasilia.