Santiago de Chile.- El Gobierno de Chile entregó hoy los 3.000 primeros visados de residencia a inmigrantes que regularizaron su situación en el país, en el marco de la nueva política migratoria que el Ejecutivo anunció en abril pasado.
El presidente Sebastián Piñera encabezó el acto de entrega de visas y carnés de identidad a los primeros beneficiados del proceso de regularización masiva, que ahora, dijo, podrán "iniciar una nueva vida con tranquilidad y seguridad" en Chile, informó Efe.
Los 3.000 inmigrantes que recibieron visados de residencia y documentos de identidad podrán acceder al servicio público de salud, cotizar en el sistema de pensiones y realizar trámites en el Registro Civil, entre otras cosas.
Piñera reiteró las líneas generales de la reforma migratoria que ha impulsado, que además del proceso de regularización incluye la exigencia de una visa especial de turismo a haitianos y un permiso a migrantes venezolanos, que deben ser solicitados en los consulados respectivos.
"Esta nueva política migratoria es fuerte y clara: brazos abiertos para ustedes, que vienen a integrarse a nuestro país, y puertas cerradas para los delincuentes, que no los queremos en Chile", dijo el mandatario.
Piñera consideró una señal de "coherencia" que se entreguen visas y al mismo tiempo se haya anunciado que el Gobierno expulsará este año a más de 2.000 inmigrantes que se encuentran en situación ilegal en el país.
Además recalcó que hasta la puesta en marcha de la reforma, había una gran diferencia entre la cantidad de extranjeros que ingresaban a Chile con visa de turismo y los que después abandonaban el país.
"Muchas personas ingresaban a través de pasos en forma ilegal o venían como turistas pero el propósito era quedarse en nuestro país", manifestó.
La regularización masiva pretende legalizar la situación migratoria de los cerca de 300.000 extranjeros que, según los cálculos del Gobierno, estaban en Chile de forma ilegal hasta abril pasado.
Según detalló el presidente, hasta ahora han iniciado los trámites unos 140.000 inmigrantes, principalmente haitianos, con uno 46.000 casos. Les siguen los ciudadanos venezolanos, con unas 26.600 personas, y los peruanos, con unas 21.000.
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