Este martes el portal CNN informó sobre la detención de un ciudadano iraquí que reside en Columbus, Ohio, quien enfrentará cargos federales relacionados con un supuesto complot para asesinar al expresidente George W. Bush.

"El presidente Bush confía plenamente en el Servicio Secreto de Estados Unidos y en nuestras comunidades de seguridad y de inteligencia", señaló el jefe de gabinete de Bush, Freddy Ford, en un comunicado escrito.

Antes del anuncio del Departamento de Justicia, CNN obtuvo documentos judiciales que revelaron que el FBI investiga un complot contra Bush, en el que Shihab estaría involucrado al punto que condujo hasta el vecindario donde reside el expresidente en Dallas.

La investigación se reveló en una solicitud bajo sello, presentada del 23 de marzo, para obtener una orden de registro de las llamadas telefónicas de la persona identificada como Shihab, quien ingresó a EE.UU. en septiembre de 2020.

El FBI descubrió el complot a través de informantes confidenciales, uno de los cuales grabó discusiones sobre el complot de asesinato con Shihab en reuniones a fines del año pasado y durante la primavera, según revelan los documentos. No hay ningún indicio en los documentos de que el expresidente Bush estuviera alguna vez en peligro.

Los documentos describen supuestos planes para entrar a ciudadanos iraquíes de manera ilegal a EE.UU. Y también señalan que Shihab discutió "un complot para asesinar al expresidente BUSH” y un intento por “proporcionar apoyo material a una organización terrorista extranjera designada, específicamente ISIS”.

La solicitud para una orden de registro, que se presentó en el Distrito Sur de Ohio, la reportó inicialmente Forbes.

De acuerdo a los documentos, una de esas conversaciones supuestamente en noviembre durante un viaje que Shihab y el informante hicieron desde Columbus, Ohio, al área de Detroit y luego de regreso. Según lo registrado, los dos discutieron traficar cuatro ciudadanos iraquíes a EE.UU. como parte del plan para asesinar a Bush, así como el hecho de que el expresidente tenía una casa y una granja en Texas.