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La difícil acogida de los migrantes en España

En lo que va de 2018, más de 9.300 inmigrantes irregulares llegaron a las costas de España, que el año anterior se consolidó como la tercera vía marítima de entrada en la Unión Europea

  • AFP

13/06/2018 10:33 am

Madrid.- Más allá de la próxima acogida de los migrantes del buque "Aquarius", la gestión migratoria se ha complicado en los últimos años en España, tercera vía de entrada por mar en la Unión Europea. 

Una vía cada vez más transitada

 En lo que va de 2018, más de 9.300 inmigrantes irregulares llegaron a las costas de España, que el año anterior se consolidó como la tercera vía marítima de entrada en la Unión Europea, por detrás de Italia y Grecia, indicó AFP.

 La cifra supone más del doble que en el mismo período de 2017, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Y con las llegadas se ha incrementado el número de muertos: 244 hasta el 10 de junio, frente a 61 el año pasado en las mismas fechas.

Y es que las travesías se efectúan en embarcaciones precarias, y en ocasiones tomando rutas muy largas, desde el norte de Marruecos hasta las costas españolas de Almería, Murcia, o Alicante, a más de 100 km. 

 Los migrantes interceptados y sujetos a expulsión son por lo general llevados a alguno de los siete centros de internamiento de extranjeros (CIEs), previo paso por comisaría. 

Se trata de establecimientos no penitenciarios, donde los migrantes esperan un máximo de 60 días a que se disponga su divolución. Según datos oficiales, un total de unas 8.800 personas pasaron en 2017 por estos centros de retención, denunciados por distintas ONGs por su insalubridad y su saturación. 

 "A mucha gente se le está poniendo en libertad en la calle al cabo de 72 horas (en comisaría), porque a día de hoy 'no hay billetes' en los CIEs", comentó Carlos Arce, coordinador del área de migración en la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). 

Según él, dichos migrantes quedan librados a su suerte "sin ninguna medida de atención", información ni seguimiento. En cuanto a aquellos que quieren pedir asilo, el sistema está saturado. 

"La situación en la que se encuentra la Oficina de Asilo y Refugio es insostenible, con más de 40.000 nuevas solicitudes de protección internacional presentadas durante 2017 y más de 30.000 de años anteriores pendientes de resolver", indicó el Defensor del Pueblo en su última memoria anual, que criticaba también las "significativas carencias en la asistencia social, jurídica y cultural en los CIEs". 

 ¿Riesgo de efecto llamada?

 La decisión del gobierno socialista de Pedro Sánchez de acoger a los más de 600 migrantes del buque Aquarius ha sido por lo general bien recibida en España. Sin embargo, la oposición conservadora no ha tardado en alertar de un posible "efecto llamada". 

 "Vamos a convertir a España en un coladero para todos los imigrantes ilegales que están deseando venir", dijo Fernando Martínez-Maíllo, dirigente del Partido Popular (PP). 

 Carlos Arce considera que a la vista de la gestión hasta la fecha, en España "no hay efecto llamada, hay efecto expulsión".

 No obstante, reconoce como previsible que "cuando se tapona un flujo las personas intenten buscar otras vías diferentes", máxime ante la política de mano dura adoptada por Italia y su ministro de Interior, el derechista Matteo Salvini, quien se negó a ofrecer un puerto para el buque "Aquarius". 

 En lo que va de 2018 se ha acortado ya la diferencia de flujo migratorio entre el Mediterráneo central y el Mediterráneo occidental. Así, mientras que en España se ha duplicado, las llegadas a Italia han bajado un 77% (14.330 personas a 10 de junio, y 503 fallecidos, según la OIM). 

 ¿Golpe de efecto o cambio de política? 

Invocando razones "humanitarias", el nuevo ejecutivo de Sánchez se ha mostrado abierto con la acogida de refugiados. Incluso se han ofrecido a colaborar administraciones dirigidas por los conservadores, como la región de Galicia, después de que el anterior gobierno del PP recibiera a los refugiados con cuentagotas. 

 Según comentó el ministro de Exteriores, Josep Borrell, "España está muy lejos de haber cumplido los cupos de inmigrantes que se han asignado a cada país" por parte de la Comisión Europea. 

El compromiso de Madrid era de acoger a 9.323 refugiados llegados a Grecia e Italia. Pero a 31 de mayo, según datos de la Comisión Europea, había reubicado apenas a 1.359. Más allá de esta apertura, Borrell destacó que se trata de "un problema de fondo", e insistió en que hay que "impulsar políticas comunes" en la UE.  
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