Fue en Theresienwiese, o Prado de Teresa (Münich, Alemania) donde se llevó a cabo la boda. Sitio en el que actualmente se instalan gigantes carpas con capacidad hasta para 12 mil personas (algunas tienen capacidades inferiores) y reciben a casi 400 mil personas a diario en el Festival de la Cerveza, como se le conoce al evento que trascendió para quedarse no solo en Münich, sino a lo largo y ancho del globo. Para la demanda de esta bebida bendita que tomaban los dioses, las fábricas de cerveza se preparan con grandes faenas a lo largo del año. Un total de 600 participan, pero solo seis que existen mucho antes del matrimonio, las que tienen el privilegio y la capacidad de servir más de 7 millones de litros de cerveza durante el Oktoberfest. Estas son: Agustiner (1328), Hofbräu (1589), Paulaner (1634), Löwenbräu (1524), Hacker-Pschorr (1417) y Spaten (1397). 

El Oktoberfest amerita entrenamiento, las jarras de cerveza son opulentas. El agasajo a la cerveza es a lo grande, así que aquí no hay medias tintas. Entretanto este año el precio de las jarras se ubica entre los 10,50 y 11,80 euros. Asimismo, hay que tener aguante. Es a partir de las 11:00 am cuando se hace apertura del evento. Entre carpa y carpa, la diversión se alterna con juegos feriales, mecánicos, concursos y competencias para diversos gustos y edades. La oferta gastronómica exalta las especialidades bávaras y alemanas. Otras localidades y nacionalidades también se dan cita. Jolgorio, música y tradición es lo que reina. Como afortunado descendiente de alemán, tuve la oportunidad de vivir la experiencia de este festival en el mismo Münich y no tiene comparación. La buena vibra del ambiente rompe cualquier barrera de idioma. Los asistentes se pasean entre amigos, familiares y visitantes sin reservas.

Las mesas alargadas estimulan la celebración al unísono de canciones alegóricas al Oktoberfest que, con un toque moderno o preservando la tradición, grupos musicales entonan sin parar por casi doce horas diarias. En la fiesta de la cerveza lo primordial es saber pedirla. Y si no manejas el alemán con tan solo quince minutos de atención a lo que allí está pasando te das cuenta que Bier Mass o Bier Krug es igual a una jarra de cerveza, que hay un grito de guerra que une a la cultura cervecera en este evento Ein Ein Prosit (un brindis) con una melodía emblemática por el sentimiento de hermandad y diversión que lo rodea. Si el cuerpo pide comida para acompañar la cerveza, recomiendo hacer estómago con un Bretzel o Brezn (en Bávaro), seguido de un plato de salchichas mixtas para compartir. Para quienes tienen un apetito voraz, vienen bien los platos fuertes como medio pollo horneado, combinado con ensalada de papas (Halb Hendl mit kartoffelsalat) o el inigualable Goulash con spätzle (goulash con pasta tradicional) y la Schweinhaxe (rodilla de cochino) con repollo agrio y/o papas.

Si la cerveza se expende en cantidades inimaginables la comida le sigue el ritmo con una venta estimada para este año de 500 mil pollos asados, 200 mil pares de salchichas y 100 mil rodillas de cochino. La vestimenta típica también acompaña a la celebración. Recuerden que es un homenaje a la cultura alemana de hace más de 200 años, así que los trajes alegóricos a esos momentos de la historia en los que se inició esta tradición son indispensables. Para las mujeres están los Dirndl, un vestido característico y para los hombres está el Lederhose que no son más que atuendos representativos de la celebración, disponibles para la compra o alquiler durante el evento y así cumplir con fotos más elaboradas que inmortalicen el momento.

La vestimenta, en el caso de las mujeres cumple con un código a saberse tanto por hombres como mujeres. Se trata de la ubicación de un lazo en el Drindl. Si la persona que lo viste lo lleva en el lado derecho, es indicativo de que su estado civil es casada o se encuentra en una relación, si el lazo se encuentra ubicado del lado izquierdo, significa que está soltera y sin compromiso. En el centro, no tiene claro qué papel juega en la relación, mientras que ubicar el lazo en la parte posterior evoca a una viuda o que perteneces al staff de mesoneras del evento, por lo que los hombres deben estar muy atentos, quizás terminan como Luis Baviera y Teresa de Sajonia. La comunidad alemana en Venezuela, arraigada a sus tradiciones ha adoptado esta celebración como suya. Por ser nuestro país de cultura cervecera, la nación lo ha sabido adoptar teniendo para este 2019 una agenda nutrida en el territorio nacional, así que solo me queda decirles prost!! (¡Salud!).

14/09/2019 Hotel Hesperia Maracay.

15/09/2019 Caracas Sport Club.

21 y 22/09/2019 Oktoberfest Puerto Ordaz.

27/09/2019 Club Campestre Los Cortijos. (Caracas)