En plena área metropolitana de Valencia se encuentra un Parque Municipal llamado Filas de La Guacamaya, una zona montañosa rodeada de las principales zonas comerciales y residenciales de la ciudad. A pesar de su ubicación privilegiada, tradicionalmente estos cerros han sido poco visitados, hasta que un movimiento ciudadano se dedicó a rescatar este espacio y convertirlo en una opción de sano bienestar. La ONG Valencia La Nuestra organiza visitas mensuales a este parque, al que ya han llevado a más de mil personas. 

La aventura inicia en las instalaciones de Acuario de Valencia, donde reciben a los visitantes y les brindan algunas indicaciones sobre el recorrido. La caminata comienza ascendiendo uno de los tramos más inclinados, aunque en general se trata de un paseo de baja dificultad. Al ganar altura en medio de la vegetación, va apareciendo la vista de la ciudad con su imponencia. El bosque queda atrás y se avanza por bonitos senderos hasta llegar a la primera parada, conocida como Las tres cruces, un mirador para disfrutar de la vista panorámica hacia el centro de Valencia. 

Un nuevo bosque aparece en el camino para resguardar una de las entradas a la Cueva del Indio, una impresionante formación rocosa que constituye el principal atractivo natural de La Guacamaya. Para ingresar a la cueva es necesario contar con la compañía y las indicaciones de los guías, que no permiten el acceso siempre a este misterioso espacio, todo depende del clima y de la lluvia reciente en la zona. La siguiente parada es una enorme cruz de cemento, visible desde gran parte de la ciudad. Esta cruz tiene 100 años y actualmente gestionan su restauración, por tratarse de un símbolo para la memoria histórica de la localidad. Desde la gran cruz se divisan claramente las costas de Lago de Valencia y toda la parte sur de Valencia. Luego se inicia el descenso entre las montañas verdes para llegar a la capilla La Ermita, construida en 1905.

 Poco a poco La Guacayama va llenándose de vida y actividad, para consolidarse como una nueva alternativa para la recreación. Para este paseo, que toma varias horas, es importante llevar protección solar, hidratación y algo para merendar. Los organizadores cuentan siempre con la compañía de efectivos de seguridad, por tratarse de una montaña rodeada de zonas vulnerables, donde trabajan para incluir a la comunidad en un plan de desarrollo sostenible para el parque. Para enterarse de los paseos: @valencialanuestra en Instagram.  

 Isla Larga 

No hay duda de que esta isla tiene uno de los paisajes costeros más espectaculares de Carabobo, su arena clara y fina, agua transparente, capaz de adueñarse de múltiples tonos de azul, y la vista de las montañas del Parque Nacional San Esteban, hacen de este lugar un paraíso que todos quieren visitar para un día inolvidable de playa. Para ir a Isla Larga hay que trasladarse hasta Puerto Cabello, específicamente al balneario de Quizandal, donde funciona desde hace muchos años la Cooperativa Juan del Mar, que trabaja realizando los traslados desde y hacia la isla. Para ingresar a Quizandal, cada vehículo debe cancelar una tarifa, también se paga un monto por cada visitante, esto se realiza en efectivo.

Lo siguiente es dirigirse a la taquilla de Juan del Mar para comprar el boleto de la embarcación. No siempre cuentan con punto de venta, en esos casos se realiza el pago en efectivo o por transferencia bancaria. Lo siguiente es dirigirse al muelle para subir a los enormes botes y disfrutar después de la vista del mar hasta llegar a la isla, tras unos 10 minutos de navegación tranquila. En la isla alquilan algunas churuatas a la orilla de la playa, aunque abunda la vegetación y la sombra. El agua es cálida, cristalina y de poca profundidad, así que es ideal para quienes vayan a la playa con niños. Todo se resume en disfrutar del paisaje y la tranquilidad. No deje de caminar hasta las embarcaciones que permanecen hundidas frente a la isla, datan de la II Guerra Mundial y son aptas para la práctica del buceo. También es ideal caminar hasta la parte posterior de la isla para observar el rompeolas y tomar un baño en la piscina que se forma con agua de mar. 

 @eduardomonzn