El término de Moreno se asocia con el apellido del chef, pero también es el color de la piel que predomina en todos los venezolanos. Como logo que está en la entrada principal en la aldaba de la puerta, en los servilleteros y en los portavasos, se escogió una semilla de anís cortada que significa que es digestivo. 

Desde la entrada al restaurante y a esta experiencia moreno, tienes la sensación de expectativa y efecto sorpresa porque en el lobby, después de atravesar la puerta, hay una cortina como de un teatro, de donde se devela el gran espacio del restaurante. 

El arquitecto que estuvo a cargo del diseño fue Alejandro Barrios, quien tuvo la visión de recrear una casona republicana del siglo diecinueve, con estilo caribeño. Barrios aprovechó la altura del espacio del local para simular un techo a dos aguas, construido con caña brava. El proyecto estaba basado en la construcción de un ambiente de una casa colonial, amplia, amable, simpática, grata, donde la atención fuese de primera línea. El salón principal parece una biblioteca donde hay ventanas falsas, con espejos para dar la sensación de amplitud. En la decoración ecléctica participó la diseñadora Anita Reyna, quien colocó unas enormes lámparas modernas de lágrimas, al estilo del siglo diecinueve, que terminan coronadas con una cantidad de velones falsos que tienen luz, cuya intensidad va cambiando durante el día. El mobiliario está constituido por mesas y sillas de madera y mármol con líneas muy simples. La exposición de algunas pinturas en las cuales predominan personajes de la historia de Venezuela te da la sensación de que es una casa donde los valores del país son importantes.

Cuenta con una hermosa terraza con vista a una placita de la avenida Luis Roche, con ventanales a través de los cuales se filtra la luz del patio, que le da un encanto especial. Tiene capacidad para ochenta comensales. También tiene un salón VIP con capacidad para veinte personas, que puede ser alquilado para eventos privados. 

Sus dos cocinas están dotadas con equipos de primer mundo como salamandras o lámparas para mantener el calor y una sala de pastelería donde se hace el pan, la pasta y los postres. 

En la carta se consiguen pasapalos para picar y compartir como tequeños, mandocas, arepitas de chicharrón, tostones playeros y buñuelos de yuca. También hay entradas como ensaladas, sopas, chupe de camarones y ceviches. Algunos de los platos le rinden tributo a personalidades como el reconocido maestro Rubén Santiago y su pastel de chucho o al entrenador Richard Linares con una ensalada de pollo para los que se quieren mantener fitness. 

Entre los platos más solicitados está el arroz chaufa, una deliciosa fusión de comida china y peruana, en el cual se siente el dulzor de la cebolla y la salsa china fermentada, además del huevo en forma de tortilla y el fruto seco. Un postre sublime es un mousse de níspero en medio de un suspiro con un helado de la deliciosa fruta. 

El entrenamiento y motivación de su personal es fundamental al momento del servicio. Al entrar, los mesoneros te dicen bienvenido a la experiencia Moreno. Cuando le dicen a una persona bienvenido a una experiencia se pone alerta, porque esto no es cualquier cosa.