ODIMAR LÓPEZ
3 kilómetros antes de llegar a Kavanayén se toma un desvío a la derecha y nos encontramos con un letrero que dice Mantopai. El camino para llegar es de piedras, que hace difícil el recorrido de seis kilómetros lo que lo hacen eterno. Hacer este tramo de la carretera de día, en caravana, con vehículos de doble tracción y con cauchos de repuesto es lo más recomendable. Para llegar hay que seguir varias flechitas marcadas en las piedras y también algunos letreros. Siempre deberán manejar bordeando el río Karuay. Lo más indicado es llevar su propia comida y acampar o hospedarse en el propio campamento para pasar varios días disfrutando de la naturaleza plena respirando el aire puro.
Cuando visité este lugar remoto, en el medio de la nada, lo hice caminando desde Kavanayén acompañada de un guía. Me tomó unas 3 horas, recorrer lo que considero uno de los senderos mas lindos que he hecho en mi vida. No hay nada mejor que conocer los lugares de La Gran Sabana de esta manera, porque te conectas profundamente con ella, valoras cada tramo que caminas, descansas, tus ojos se llenan de vastedad que te ofrece esta tierra milenaria donde los guardianes del Ptari y el Sororopán tepuys te ofrecen majestuosas vistas para tomar fotos.
En el paseo, me fui al río Karuay a contemplarlo, a que su agua me llenara de vida, de energía pura, porque acá respiras y sientes la felicidad absoluta, puedes pasar horas bañándote, dejé que estas aguas me abrazaran y me absorbieran, este lugar es tan místico que te sana todo tu se. El guía Eduardo Lanz durante el atardecer me ofreció Cachiri, una bebida indígena pemón a base de yuca y brindamos mientras me daba la bienvenida diciéndome que me podía quedar el tiempo que deseara.
En la noche hice una fogata, para guardarme del frío. Mientras escuchaba al viento y el río al fondo, el calor producto del fuego de la leña y el de mi mi corazón se mezclaban, haciéndome sentir plena.
Por la mañana me levanté bien temprano para hacerle unas fotos al Sororopán Tepuy con las nubes encima. Desde Mantopai se hacen excursiones a este Tepuy y al Ptari, ambas son de 4 días y 3 noches. También si te quedas algunos días, la familia Lanz puede llevarte a recorrer otros lugares y saltos que están cerca.
Viajar a estos lugares significa encontrarse con uno mismo, vez el mundo desde otra perspectiva, nos enseña a adaptarnos con la naturaleza misma, a conectarnos con la madre tierra, a querer a nuestro país y valorarlo, a dormirte en una carpa con millones de estrellas, a despertar con el amanecer, a ser más sensible con tu alrededor, a ser curioso y descubrir ese mundo ecológico. Viajar y hacer turismo es mi pasión en la vida y le recomiendo a los venezolanos agarren sus mochilas salgan a aventurarse, eso son los recuerdos que nos quedan, pueden hacerlo bien sea solos o en familia con sus seres queridos.
Henry Lanz indígena pemón y su familia, primos, hermanos, sobrinos, se encargan de Mantopai. Este núcleo familiar cuenta con 13 cabañas, con baño privado, camas, y hasta un balcón donde te puedes sentar en unas sillitas de madera a observar la inmensidad. Pienso que es uno de los campamentos más hermosos de toda La Gran Sabana, con unas cabañas de piedra, con techo de palma.
Campamentomantopai@gmail.com. Contacto: 0416.815.5476
En Santa Elena pueden contactar a varias operadoras turísticas: Eco Aventura Tours 0424.923.03.18; Info@ecoaventuratours.net; Kiro Tours 0426.5103976, kiro-tours@hotmail.com.
Los expertos los llevarán de forma muy responsable y segura a conocer este mágico lugar de nuestra imponente Gran Sabana.
Recuerden que cuidar la naturaleza, es cuidar de nosotros, y de nuestras futuras generaciones,porque tu eres el mejor guardaparques que puede existir.
@odigransabana
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