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La niña del tepuy

Kavanayén

Viajar a este lugar del Parque Nacional Canaima es encontrarse con la historia y naturaleza de Venezuela

  • Diario El Universal

10/02/2019 06:00 am

ODIMAR LÓPEZ

.- Esta población de la etnia pemón arekuna esta ubicada dentro de los linderos del Parque Nacional Canaima, en la cuenca Alta del Río Caroní. 

Para esta travesía salimos bien temprano de Santa Elena de Uairén, y nos dirigimos al norte de La Gran Sabana donde se encuentra el desvío a Kavanayén o cómo se le bautizó,Santa Teresita de Kavanayén en el km 771. A partir de este punto el camino es de tierra, está en buenas condiciones y se recomienda llevar vehículos de doble tracción. Son 70 km hasta llegar a la comunidad indígena pemón arekuna, donde la vida es tranquila, las casitas son de piedras, en toda la entrada, y le da ese toque y característica única para que Kavanayén conserve su originalidad, con sus calles de tierra arcillosa, la misma tierra colorada que cubre la Gran Sabana, con su gente cálida que pregunta ¿de dónde vienes? y saludan siempre con una sonrisa, mucha amabilidad y gran calor humano. El nombre de Kavanayén proviene de dos términos de la lengua pemón: "Kavanaru", que identifica al Gallito de Las Rocas (Rupicola rupicola), un ave espectacular de un color anaranjado encendido, con cresta del mismo color y en forma de abanico que abunda en la Gran Sabana. Es una de las especies de aves más buscadas por los "birdwatchers" y sin duda es una de las especies más fascinantes y llamativas de Venezuela. 

El lugar en dónde se levantó Kavanayén fue encontrado en 1942 y fue fundada oficialmente en 1943 por los Misioneros Capuchinos del Santuario de Santa Teresita de Kavanayén. Este lugar es famoso por su singular Iglesia y en dónde se alzan imponentes dos grandes edificios construidos con piedras propias del lugar. En la edificación de la izquierda funciona la misión de los capuchinos (en donde es posible alojarse ya que tienen habitaciones para visitantes) y en el edificio de la derecha funciona la confraternidad de las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús. Todos los días las 12 del mediodía suenan las campanas. 

Siempre que llegamos, nos da las mejores de las bienvenidas la familia Chaní, quiénes nos reciben con un exquisito almuerzo, siempre acompañado por el "tumá" que es una sopa típica indígena, casabe, kumache (picante a base de yare de yuca), aurosá (espinaca de buen sabor y mejores propiedades alimenticias), kachirí (bebida a base de yuca fermentada). Degustar su comida típica es un placer, toda una experiencia que nos deja sabores inolvidables en el paladar. 

La zona se encuentra rodeada de Tepuyes en una altiplanicie de arenisca, en el valle del río Mowak, afluente del río Karuay, así como se puede ver al fondo la imponente muralla nororiental del Macizo del Chimantá, y la guardiana que rodea a esta comunidad, la serena y reluciente Sororopán Tepuy. Desde el mirador de la Casa Presidencial de Kavanayén pueden sentarse y esperar el atardecer e incluso hacer fotografías, contemplar y llenar el alma, una experiencia inigualable, un contraste de paisajes que proporcionan serenidad y calma. 

Esta comunidad cuenta con un ambulatorio médico, una escuela, algunas bodegas y restaurante. Para pernoctar los mejores lugares son: Kavanaru-den, en toda la entrada de Kavanayén; en la posada Kamaiwa, en el sector Tukuy, calle Karuay, vía el aeropuerto y detrás de la cancha deportiva, se puede hacer camping. 

Uno de los sitios más famosos y maravillosos para visitar es el salto Karuay, al igual que el salto el Hueso que cuenta con varias cascadas. La Cooperativa de Turismo Pemón E'masensen II, organiza estas excursiones y también hacen subidas al Tepuy Sororopán. Su correo para contactarlos es: turismopemon@hotmail.com. 

Desde Santa Elena existen varias operadoras: Eco Aventura Tours 0424.923.03.18, Selva Tours Expediciones 0414.768.88.31, Backpacker Tours 0414.886.72.27, quiénes los llevarán de forma muy responsable y segura a conocer este mágico lugar de nuestra imponente Gran Sabana. 

Siempre que puedo vuelvo a Kavanayén es un lugar para la meditación y el encuentro con uno mismo. Aprovecho para conocer su historia, su cultura, ver su iglesia, sentir la paz y tranquilidad que te proporciona, ir a sus saltos y salir renovada. Este poblado es especial y muy diferente al resto de las comunidades. 

Recuerden que cuidar la naturaleza, es cuidar de nosotros. Tu eres el mejor guardaparques que puede existir. 

 @odigransabana
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