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Ojos sobre la ciudad

Tide, Margarita

En playa El oasis, en el municipio Tubores de Nueva esparta se encuentra un restaurante que ofrece servicios básicos y actividades de playa

  • CLAUDIA HERNÁNDEZ

13/01/2019 06:00 am

Un paisaje árido, en el cual abundan árboles y pasto seco, nos acompañó al transitar por la avenida Juan Bautista Arismendi con dirección al puerto de El Guamache muy cerca de Punta de Piedras, en la Isla de Margarita. Dejamos atrás a Porlamar para disfrutar de un día de playa, con un sol radiante y un infinito cielo azul. A pocos kilómetros del puerto, después de pasar unos manglares, viendo al horizonte, las diferentes tonalidades de azules que se mezclan en el mar nos sorprendieron, como si fuera un espejismo. La estampa hace honor a su nombre, playa El Oasis.  
Esta bahía de aguas tranquilas y cristalinas con un bajo nivel que le da seguridad al bañista, está ubicada en el sector El Portillo de Punta de Mangle, municipio Tubores del estado Nueva Esparta. Al descender del carro, el verdor de los manglares, al final de la playa, nos atrapó y buscamos ese lugar exacto donde se encuentran las aguas, la del mar y la de la laguna, formando una pequeña piscina de cálida temperatura. En este pedacito de paraíso nos esperaba, Hoce Fariñas, artífice de este acogedor espacio que cuenta con los servicios básicos y con vigilancia, donde ha creado un concepto diferente para disfrutar de un día de playa: Tide Restaurante.

Tide es un emprendimiento familiar que comenzó hace un año y siete meses combinando gastronomía margariteña con actividades de playa y relajamiento total, en medio de un ambiente natural rodeado de manglares que invitan a respirar aire puro y a descansar. 

Fariñas, explicó la razón de la selección del nombre para el restaurante, "pensamos en una palabra corta que captara la atención de los comensales. En español Tide significa el ciclo de marea. Aquí se encuentran de forma muy pronunciada las mareas baja y alta". 

Este caraqueño de nacimiento, es técnico en navegación y pesca, graduado de la Fundación La Salle. Después de viajar y trabajar fuera de las fronteras venezolanas, regresó para seguir sus estudios de ingeniería y siempre visitaba playa El Oasis durante su tiempo libre. 

Para Fariñas, Tide es un ejemplo de que los sueños se pueden hacer realidad, "en mis cuadernos de la universidad, dibujaba este proyecto, tal cual como luce ahora, un lugar de esparcimiento, con deportes náuticos, paseos, con un restaurante que ofreciera pescado fresco, que yo mismo pescaría".

Antes de comenzar el emprendimiento hizo un estudio y visitó algunos de los destinos turísticos más emblemáticos de Venezuela, como Los Roques y Mochima, para ampliar su ideas en relación con su propuesta, "yo entendí que los Roques son los azules y que Tide son los verdes, por la mezcla de las tonalidades del agua y de los manglares. Aprendí que es de suma importancia rescatar la atención en los lugares turísticos, porque no es suficiente con la naturaleza que tenemos."

Al preguntarle si su idea se asemeja a un mini club o resort, que presta actividades playeras y servicios, lo negó por el hecho de no contar con membresía y aclaró que es una playa publica que él administra, "partimos del concepto de prestar diferentes servicios, lo más íntimo posible, por ser tan pequeño el lugar. No queremos sobrecargarlo demográficamente". 

Cuenta con 16 colaboradores integrales que Hoce calificó, muy orgulloso, como su equipo, que se ocupan de diferentes áreas.

Servicios de Tide 
Fue una experiencia única relajarme frente a la mar sentada en una poltrona dentro del agua e ingresar a un manglar por medio de una caminería de madera que conduce a diferentes pequeñas salas con sillas y hamacas donde uno descansa mientras disfruté del atardecer. 

Tide tiene un restaurante con una capacidad de hasta 90 comensales. En su menú destacan delicias del mar, ceviche, nuggets de pescado, arroz a la marinera, fidegua o la pesca del día, pargo y mero frito, rellenos con mariscos. Mis favoritos fueron los nuggets y el ceviche. 

"Yo ofrezco en lo que realmente somos buenos; frescura, un alto nivel de calidad en nuestra comida y atención personalizada. Cuidamos el milagro que está ocurriendo porque Tide es un milagro", señaló Fariñas. 

 Parte de su oferta son deportes acuáticos, kayac, motos de agua, paseo en bote por la zona, y servicios como toldos, tombonas, duchas y hamacas en medio de los manglares.

Tienen un control en la entrada del estacionamiento con vigilancia, "al ofrecer seguridad también brindamos tranquilidad al visitante para liberarlos de preocupación." 

Los cupos para disfrutar de las instalaciones de Tide son limitados porque solo cuentan con ocho toldos, así que trabajan con reservaciones. Los fines de semana está abierto en horario corrido desde las 10 de la mañana, hasta el atardecer. Durante la semana es exclusivo para familias y grupos corporativos. 

Su positivismo y creatividad en diseñar una oferta innovadora en una pequeña zona que él mismo y sus amigos rescató limpiándola con sus propias manos, se ha convertido en un proyecto exitoso. Como empresario cree importante entrenar el espíritu y la mente blindándolos con pensamientos positivos, "los resultados se están viendo gracias al esfuerzo, la dedicación, el compromiso, la paciencia, la constancia, y por sobre todas las cosas, una fe inquebrantable donde el centro ha sido Dios".
Entre sus planes futuros está llevar a pescar a los visitantes. Para este emprendedor ha sido esencial compartir la felicidad que encontró en este oasis, "yo ofrezco un estilo de vida. Yo llegué a vivir aquí y decía, de que sirve tener un castillo y no compartirlo".
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