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Los viajes de Montenegro

Turismo y devoción

Hoy es el día de La Chinita y Maracaibo se viste de gala y de gaitas para honrarla

  • ÁLVARO MONTENEGRO FORTIQUE

16/11/2018 01:05 pm

Hoy es el día de La Chinita, patrona de Maracaibo, y la ciudad se viste de gala y de gaitas para honrar a su patrona. Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, aunque de origen colombiano, es muy venerada en estas tierras. La leyenda cuenta que en el año 1709 una lavandera de nombre María Cárdenas, quien vivía en el barrio "El Saladillo", uno de los más populares de Maracaibo, estaba lavando a orillas del lago cuando encontró una tablita de madera un poco extraña flotando en el agua. Se la llevó para su casa, con el fin de usarla como tapa de una tinaja. Unos días después descubrió que en la tablita se había dibujado una imagen de la virgen, entonces la colgó en una pared de su casa. Otro día escuchó unos golpes y al buscar de donde salían, encontró que eran de la pared donde había colgado la tablita, que estaba emanando una luz asombrosa. María corrió asustada y llamó a sus vecinos para que vieran el fenómeno, y en ese momento comenzó la leyenda de La Chinita, como es llamada cariñosamente esa virgen.

Ahora que comienzan las Ferias de La Chinita, hay que ir a Maracaibo porque es una ciudad vibrante, cálida y alegre. Éste es el mejor momento del año y el comienzo de la navidad marabina con sus gaitas, hallacas y alegría. Los colores que se ven y los sabores que descubrirán en Maracaibo no los conseguirán en ninguna otra parte de Venezuela. La simpatía de sus pobladores es legendaria y en esta bella ciudad comprenderá por qué los maracuchos son tan ocurrentes. Las palabras que usan son muy cómicas: cotufas son "gallitos", ventiladores son "abanicos", llaman "gomas" a los zapatos de goma y "copas" a las tazas que cubren los cauchos de los carros. Impresionante se dice "mollejúo" y a un hombre pretencioso lo llaman "grillúo". Ni hablar de las palabras groseras, que sólo los maracuchos saben pronunciarlas con una gracia característica. 

Nuestro último viaje a la capital del Zulia comenzó recorriendo el centro de Maracaibo, que es realmente espectacular; entramos en la Casa de la Capitulación, enfrente a la Plaza Bolívar. Esta casona colonial es célebre porque aquí se firmó la rendición del último Capitán General que tuvo Venezuela, y además se hospedó Bolívar en 1826. A un lado está el precioso Teatro Baralt inaugurado en 1883, donde se proyectó la primera película en toda Venezuela. El plafón del techo de este teatro es una obra de arte de 540 metros cuadrados, realizada por el pintor zuliano Antonio Angulo en el más puro estilo "Art Deco", digna de competir con las mejores pinturas del mundo. Me recordó el techo de la Ópera de París, pintado por el ruso Marc Chagall. Hacia el otro lado de la plaza está el Palacio de Las Águilas, un edificio precioso que alberga la sede de la gobernación del estado Zulia. Un poco más allá se encuentra la Catedral de Maracaibo, donde veneran a un Cristo negro muy milagroso. 

Después de ese baño de historia, seguimos hacia la Basílica de la Chinita, sede de la Santa Patrona Zuliana, que tanta fe despierta en todo el territorio nacional. La Iglesia está muy bien mantenida, y la plaza enfrente con su paseo y el monumento a la Virgen, es realmente impresionante. Desde allí caminamos, pasando por el mercado de "El Saladillo", hacia el Centro de Arte Lía Bermúdez. Todo el trayecto estuvo repleto de vendedores ambulantes de "cepillaos" y "lampazos", que son los coletos zulianos. Además conocimos a unos taxistas únicos en Venezuela, que usan unas mangas largas en un solo brazo para protegerlo del sol, y sujetan unos cartones con la mano, para dirigir el aire hacia sus caras cuando el carro avanza. Después de conocer el colorido y caliente centro histórico de Maracaibo, nos fuimos al Parque la Vereda del Lago que es un lugar sensacional. Recomiendo a todo el que visite la ciudad visitarlo, porque hay un tranvía antiguo, un parque acuático, zoológico, fuentes de soda y todo lo necesario para pasar unas horas felices respirando aire puro y cálido, suavizado con el viento que proviene del lago. Aquí los marabinos hacen sus ejercicios diarios, trotando o caminando al borde del agua. Desde un lado del parque se puede ver a lo lejos el Puente sobre el Lago, que de noche se torna mágico debido a las luces de colores que los mandatarios regionales le instalaron. 

Cerca de Maracaibo vale la pena visitar la Laguna de Sinamaica, para que observen los palafitos que le dieron el nombre a Venezuela. También el Castillo de San Carlos, que guarda tantas leyendas de piratas, buques alemanes y presos políticos de la dictadura gomecista.

Maracaibo es una ciudad realmente espectacular, anímese en estos días de La Chinita y lleve a tu familia a conocerla en plan turístico, porque la pasarán buenísimo y nunca lo lamentarán.

CÓMO LLEGAR 
Desde Maiquetía vuelan Laser, Aeropostal, la Venezolana y Conviasa, en vuelos desde las 7:00am hasta las 8:00pm. Consulte a su agencia de viajes para precios y horarios. 

Por tierra, la mejor opción es ir a Barquisimeto y seguir hacia Carora. Luego tome la dirección Cabimas y llegará al puente sobre el Lago, que le abrirá las puertas de la bella Maracaibo. Desde Barquisimeto son 318 kilómetros llenos de paisajes agradables, que no se le harán largos. Eso sí, evite manejar de noche por esas carreteras que en ciertos tramos tiene muchas curvas. 

DÓNDE HOSPEDARSE 
La última vez que fui a Maracaibo me alojé en el hotel Intercontinental y me encantó. Las instalaciones son de calidad mundial, el servicio muy correcto, la comida deliciosa, las habitaciones impecables y el área de piscina súper agradable. Además, tienen planta eléctrica que utilizan cuando se va la luz. Avenida 8, El Milagro, Maracaibo. Teléfono: (0261) 790.77.77, www.ihg.com. 

También les voy a recomendar el hotel Kristoff, un clásico del hospedaje marabino desde 1960. Muy bien ubicado, precios honestos, wifi libre, comida sabrosa y personal muy atento. Siempre se ha mantenido sin pretensiones como una muy buena opción de alojamiento en la ciudad. Avenida 8 Santa Rita, Maracaibo. Teléfono: (0261) 200.40.00, www.hotelkristoff.com. 

DÓNDE COMER
Mi Vaquita es un clásico de la restauración marabina desde el año 1962, al punto de que uno siente que si no ha comido en este restaurante, no ha ido a Maracaibo. 

La punta trasera madurada allí es fabulosa, como la parrilla Mi Vaquita y todos los cortes de carne, el servicio impecable, y el ambiente el más alegre de la ciudad. Avenida 3, sector Plaza República, Maracaibo.Tlf: (0261) 791.19.90, www.mivaquita.com. 

Otra visita obligada en Maracaibo es al restaurante Girasol, el único restaurante giratorio de Venezuela, con una vista espectacular sobre el lago. Atención de lujo y comida deliciosa. Hotel El Paseo, calle 74, Maracaibo. Teléfono: (0261) 792.44.22, www.hotelelpaseo.com.ve.  

NO OLVIDE 
No lleve chaqueta a Maracaibo, pero sí un suéter para aplacar el frío que producen los aires acondicionados más potentes de Venezuela. Todos los lugares climatizados son helados, así que prepárese. Ese cambio del fío al calor de la calle lo puede enfermar a uno que no está acostumbrado. 
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