El Valle de Antón, pueblo de montaña, clima frío, color y leyendas
Pese a estar cerca de Ciudad de Panamá, confiere al visitante un ambiente fresco
Nervis Araujo Rincón
El reloj indica con certeza la 1:00 pm, pero un viento suave, muy fresco, se cuela por entre las montañas, refrescando el rostro, agrandando la dicha y dejando atrás el vehemente calor de Ciudad de Panamá, a una distancia que no supera los 200 kilómetros.
Al llegar al Valle de Antón, el verde y azul protagonizan el paisaje. Las montañas y el cielo parece que siempre están de acuerdo para agradar al que llega. Allí todo está cerca y un fin de semana basta para descansar y descubrir. Es un pequeño santuario que resguarda inmensos tesoros: historia, leyendas, sitios genuinos, ríos, museos, fiestas y lugares para relajarse, para reencontrarse.
Artesanía y leyenda
La primera parada debe hacerla en el mercado artesanal, donde va a encontrar toda clase de productos locales, como estatuillas de piedra de jabón, tejidos, hamacas, pulseras hechas a mano; mesitas de madera, sombreros, cestas y por supuesto, las ranitas doradas, símbolo del Valle de Antón. También hay frutas y legumbres muy frescas. Llegar a este espacio lleno de color, le permitirá comprender más sus costumbres, acercarse a sus pobladores y a los visitantes, mientras compra alguna hermosa pieza y prueba un rico dulce típico. También hay restaurantes, donde, con poco presupuesto, puede comer lo más criollo del poblado, de manera abundante.
Este mercado artesanal está en la zona más poblada del Valle de Antón y desde allí se logra también la mejor vista hacia la India Dormida, una montaña que sobresale entre los cerros aledaños y que se asemeja a la silueta de una mujer acostada. Su nombre responde a una leyenda sobre una doncella indígena y su amor prohibido.
Calientito
Las aguas termales deben estar en su periplo. Es un centro recreacional, donde llegan aguas de la caldera del Valle, y son depositadas en una piscina. A éstas se le atribuyen propiedades curativas para algunas enfermedades y son alivio para cualquier dolencia. También hay un estanque de lodo, el pozo de los deseos, chorros y un área para personas con movilidad reducida.
Rareza
En el Valle de Antón también encontramos unos árboles cuadrados, bueno no son tan cuadrados como creíamos, pero sí muy extraños y bien particulares. Para que ustedes también los conozcan deben llegar hasta el Hotel Campestre, que bien vale la pena conocer, y después caminar unos minutos por un sendero dentro de un bosque.
Expresión del pasado
Visite también el Museo Arqueológico, fundado el 3 de febrero de 1992, donde se resguardan piezas del arte precolombino y religioso, que están en la sala de etnología de los siglos IX y XX. Está además la sección de cerámica, la del arte pictórico y la de geología. Hay obras de material lítico, glíptica y en cerámicas. Entre las piezas más valiosas están los petroglifos, las más perfectas y numerosas de Panamá.
Justo al lado de este museo está una hermosa iglesia de dos torres que contrastan con la altura de las verdes montañas, las cuales son su marco decorativo. Se trata de la Iglesia San José, otro de los atractivos de esta población. Luce impoluta por su color blanco, es sencilla y bonita; rodeada de unos hermosos jardines.
Otros lugares para su plan
.-Visitar la Piedra Pintada para admirar sus jeroglíficos. Hay niños guías que le contarán la historia. Más arriba hay varios pozos de agua, con pequeñas cascadas. El agua es muy fría.
.-Visitar la Cascada El Macho, un lugar particular con puentes colgantes y tirolinas.
.-El Mariposario, con cientos de especies de mariposas.
.-Ir al zoológico es un buen plan, especialmente si va con niños.
También hay un serpentario
.-Los más aventureros suben hasta la cima de la montaña de la India Dormida.
.-Le recomendamos tomar el plan de dos días y una noche con gira para dos, que ofrece variadas opciones, como: excursión cultural por el Valle de Antón; el Cráter Tour; senderismo a la India Dormida o hacia el Monumento Natural Cerro Gaital.
Para hospedarse
En el Valle de Antón hay buenos lugares para alojarse, pero sin duda el más grande y reconocido es Los Mandarinos Boutique, Spa y Hotel, un paraíso para el descanso y la tranquilidad, un lugar idílico para pasar unos días en familia o en pareja.
Hay una enorme piscina, jacuzzis, spa, un salón de videojuegos. Sus habitaciones son maravillosas. También hay restaurantes, pub bar y una salita muy acogedora con internet. Desde este hotel se organizan senderismo de montaña hacia el monumento natural Cerro Gaital, así como viajes a la playa y paseos a caballo. Los precios son variados e incluyen desayuno, circuito termal y acceso a todas las áreas.
Hay seis habitaciones tipo suites, muy espaciosas, con dos camas dobles o una matrimonial; balcón privado con vista a la montaña, “kitchenette” y sala de estar.
El reloj indica con certeza la 1:00 pm, pero un viento suave, muy fresco, se cuela por entre las montañas, refrescando el rostro, agrandando la dicha y dejando atrás el vehemente calor de Ciudad de Panamá, a una distancia que no supera los 200 kilómetros.
Al llegar al Valle de Antón, el verde y azul protagonizan el paisaje. Las montañas y el cielo parece que siempre están de acuerdo para agradar al que llega. Allí todo está cerca y un fin de semana basta para descansar y descubrir. Es un pequeño santuario que resguarda inmensos tesoros: historia, leyendas, sitios genuinos, ríos, museos, fiestas y lugares para relajarse, para reencontrarse.
Artesanía y leyenda
La primera parada debe hacerla en el mercado artesanal, donde va a encontrar toda clase de productos locales, como estatuillas de piedra de jabón, tejidos, hamacas, pulseras hechas a mano; mesitas de madera, sombreros, cestas y por supuesto, las ranitas doradas, símbolo del Valle de Antón. También hay frutas y legumbres muy frescas. Llegar a este espacio lleno de color, le permitirá comprender más sus costumbres, acercarse a sus pobladores y a los visitantes, mientras compra alguna hermosa pieza y prueba un rico dulce típico. También hay restaurantes, donde, con poco presupuesto, puede comer lo más criollo del poblado, de manera abundante.
Este mercado artesanal está en la zona más poblada del Valle de Antón y desde allí se logra también la mejor vista hacia la India Dormida, una montaña que sobresale entre los cerros aledaños y que se asemeja a la silueta de una mujer acostada. Su nombre responde a una leyenda sobre una doncella indígena y su amor prohibido.
Calientito
Las aguas termales deben estar en su periplo. Es un centro recreacional, donde llegan aguas de la caldera del Valle, y son depositadas en una piscina. A éstas se le atribuyen propiedades curativas para algunas enfermedades y son alivio para cualquier dolencia. También hay un estanque de lodo, el pozo de los deseos, chorros y un área para personas con movilidad reducida.
Cuando vaya, pídale al guía que lo lleve a conocer la tierra que se mueve cuando alguien brinca. Es algo único y muy curioso. Aproveche su visita al centro termal del Valle de Antón para comprar barro para su rostro. Los beneficios son grandes y el precio muy pequeño.
Rareza
En el Valle de Antón también encontramos unos árboles cuadrados, bueno no son tan cuadrados como creíamos, pero sí muy extraños y bien particulares. Para que ustedes también los conozcan deben llegar hasta el Hotel Campestre, que bien vale la pena conocer, y después caminar unos minutos por un sendero dentro de un bosque.
Expresión del pasado
Visite también el Museo Arqueológico, fundado el 3 de febrero de 1992, donde se resguardan piezas del arte precolombino y religioso, que están en la sala de etnología de los siglos IX y XX. Está además la sección de cerámica, la del arte pictórico y la de geología. Hay obras de material lítico, glíptica y en cerámicas. Entre las piezas más valiosas están los petroglifos, las más perfectas y numerosas de Panamá.
Justo al lado de este museo está una hermosa iglesia de dos torres que contrastan con la altura de las verdes montañas, las cuales son su marco decorativo. Se trata de la Iglesia San José, otro de los atractivos de esta población. Luce impoluta por su color blanco, es sencilla y bonita; rodeada de unos hermosos jardines.
Otros lugares para su plan
.-Visitar la Piedra Pintada para admirar sus jeroglíficos. Hay niños guías que le contarán la historia. Más arriba hay varios pozos de agua, con pequeñas cascadas. El agua es muy fría.
.-Visitar la Cascada El Macho, un lugar particular con puentes colgantes y tirolinas.
.-El Mariposario, con cientos de especies de mariposas.
.-Ir al zoológico es un buen plan, especialmente si va con niños.
También hay un serpentario
.-Los más aventureros suben hasta la cima de la montaña de la India Dormida.
.-Le recomendamos tomar el plan de dos días y una noche con gira para dos, que ofrece variadas opciones, como: excursión cultural por el Valle de Antón; el Cráter Tour; senderismo a la India Dormida o hacia el Monumento Natural Cerro Gaital.
Para hospedarse
En el Valle de Antón hay buenos lugares para alojarse, pero sin duda el más grande y reconocido es Los Mandarinos Boutique, Spa y Hotel, un paraíso para el descanso y la tranquilidad, un lugar idílico para pasar unos días en familia o en pareja.
Hay una enorme piscina, jacuzzis, spa, un salón de videojuegos. Sus habitaciones son maravillosas. También hay restaurantes, pub bar y una salita muy acogedora con internet. Desde este hotel se organizan senderismo de montaña hacia el monumento natural Cerro Gaital, así como viajes a la playa y paseos a caballo. Los precios son variados e incluyen desayuno, circuito termal y acceso a todas las áreas.
Hay seis habitaciones tipo suites, muy espaciosas, con dos camas dobles o una matrimonial; balcón privado con vista a la montaña, “kitchenette” y sala de estar.
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