Talampaya e Ischigualasto, únicos en el mundo
Escenarios deslumbrantes en la región de Cuyo, Argentina
Mariel Hunte
Millones de años atrás, sobre la cima de estos paredones caminaron los antecesores de los dinosaurios, y hoy nosotros transformamos esto en una experiencia para todos nuestros sentidos.
Cuando la Provincia de La Rioja en la Argentina está llegando a su fin para dar paso al cartel de bienvenida de un nuevo límite geográfico con San Juan, la ruta 76 nos muestra una postal desértica enmarcada por sierras y bolsones.
A medida que el sol nace en el horizonte, se van revelando las huellas sobre cómo se desarrollaba la vida en la tierra hace millones de años. Y es que esta parte del norte argentino, es la clave para tener un panorama del paso de dinosaurios y otras criaturas extintas.
Con la suma de kilómetros, resaltan los tonos rojizos en paredones gigantes y formaciones rocosas que se intensifican con la caricia del sol. Vemos las estampas de lo que la erosión constante ha transformado en una muestra del pasado, y aquellos residentes resistentes como guanacos, zorros y lagartijas son nuestros únicos anfitriones.
Vamos rumbo hacia la historia geológica de esta tierra. Es la experiencia de como si estuviéramos hace millones de años en este planeta, pero hoy. Es mirar el mismo cielo que miró el Herrerasaurus y el Eoraptor. Además, todo esto viene junto al protagonismo de un escenario fascinante y deslumbrante en la región de Cuyo.
Un viaje en el tiempo
Los inmensos paredones rojizos, las geoformas moldeadas por la erosión continúa de agua y viento; los cañones, chimeneas, abundantes fósiles y las muestras de arte rupestre que se encuentran en los parques naturales Talampaya e Ischigualasto son la versión final de los mejores guardianes de secretos milenarios.
No se trata únicamente de impactantes escenarios naturales, sino de ratificar la idea de que la belleza no tiene vencimiento. Esto es, porque Talampaya e Ischigualasto contienen un valioso yacimiento paleontológico y manifestaciones de culturas ancestrales.
Y es que, érase una vez hace 250 millones de años atrás, específicamente en el periodo triásico, la tierra formaba una única masa que comenzó a fragmentarse formando los continentes. El choque de las placas tectónicas elevó lo que conocemos hoy como la Cordillera de los Andes y puso en exposición para el entusiasmo de nuestra mirada los sedimentos triásicos del periodo inferior, medio y superior.
Más cercano a nuestros tiempos, unos 1000 años atrás, estás sierras fueron lugar de paso de culturas originarias, que habitaron temporalmente sus cuevas y aleros dejando algunas señales de su presencia grabadas en las rocas.
Y entonces, ¿esto no basta para ser únicos en el mundo? Pues la UNESCO, formalmente en el año 2000 reconoció el valor paisajístico, geológico, paleontológico y arqueológico de este lugar como una muestra de una sucesión completa de período triásico, otorgándole el título literal como un lugar "único en el mundo" y formando parte de la lista de Patrimonio Mundial.
Definitivamente, Talampaya e Ichigualasto son un viaje dentro de otro.
Talampaya
Solo el nombre llama la atención. Una de las interpretaciones del significado de Talampaya obedece a "rio seco del tala". Austeros, los ríos tienen agua solo por muy pocas horas después de recibir las precipitaciones del verano entre diciembre y marzo. El resto del año la utilidad de estos cursos cambia para transformarse en caminos.
En el corazón del centro oeste de la Provincia de La Rioja en la Argentina, está el Parque Nacional Talampaya creado en el año 1975. Con sus 213.800 hectáreas, son un escenario compuesto por inmensos paredones de color rojizo que alcanzan hasta 150 metros de altura formando diversos cañones, como el "Cañón de Talampaya", impactante e imponente en sus 4 kilómetros de extensión.
Granos de arena que con el paso de muchos años han sido arrastrados por la fuerza del viento y del agua, causan procesos erosivos que, como obras de arte del más fino escultor, han creado geoformas y chimeneas. Nuestra generación buscó en algo tan majestuoso una humilde similitud con lo actual, y entonces es cuando bautizó algunas figuras con interesantes nombres.
"La Chimenea" de más de 150 metros de altura, es una hendidura creada por la erosión, que si te animas a gritar tu mantra personal muy fuerte, ésta te devolverá la respuesta en un eco triple. Realmente impresionante.
Luego, "El Abuelo con el nieto" se ven a lo lejos como dos pilares de rocas con formas humanas. "El monje" del mismo modo, pero con un carácter más solitario erosionado en una sola formación. "La Torre" y "El Totem" te permiten un contacto más directo, más cercano; dónde es posible observar con la agudeza de un ojo admirador las capas de sedimentos que van dando forma a estas figuras.
Un testimonio del paso de culturas ancestrales por estás serranías bajas, cañadones y paredones, son las muestras de arte rupestre. Fácilmente se destacan las formas de Guanacos y llamas, algunas figuras humanas simulando la caza y vida nómada, así como también geométricas y de otros animales.
Ichigualasto como referente de la luna
Ya entrando en la Provincia de San Juan, a tan solo 80 kilómetros de Talampaya, se encuentra el Parque Provincial Ichigualasto. Pero la naturaleza no conoce de límites políticos ni geográficos, por eso el carácter esplendoroso de las serranías se refleja una vez más.
Esta "tierra muerta", como reza el significado de su nombre, te regala la mágica sensación de estar en la luna. En el recorrido, al llegar al "valle pintado" los relieves grises y rocosos son propios de cualquier escena lunar.
Luego, la "cancha de bochas" es de esos lugares inimaginables que sorprenden. Se trata de un territorio lleno de formaciones esféricas que se produjeron por la acumulación de minerales alrededor de algún hueso, planta u otra materia.
Nuevas geoformas producto de la erosión como "el hongo" o "el submarino" muestran como una pintura los contrastes de las capas de los tres periodos de la época triásica.
Un momento sublime, en medio de un baño de sol de primavera y los 35° de temperatura que lo acompañan, es pensar que millones de años atrás, sobre la cima de estos paredones caminaron los antecesores de los dinosaurios, y que hoy nosotros transformamos esto en una experiencia para todos nuestros sentidos.
@mariel.vzla
@relindavenezuela
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