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Baile de la Hamaca, una tradición viva con 153 años

Color y repique de tambores engalanan las calles de San Millán, en Puerto Cabello

  • Diario El Universal

11/02/2024 06:02 pm


Irbin Aranguren Tuarez
“Ya se murió, hay que enterrarla”, reza el coro del Baile de la Hamaca combinado con tambor y ondeo de banderas multicolores, en una tradición de Carnaval que invade de cultura las calles de San Millán, popular zona de Puerto Cabello, en el estado Carabobo, que mantiene viva sus costumbres desde hace 153 años.

Cada año, porteños y turistas de todo el mundo se acercan para apreciar esta importante expresión que mezcla el baile, el canto, la música e incluso la actuación.
 
El presidente y fundador del Grupo de Rescate Folklórico San Millán, Herman Villanueva, contó que esta festividad busca dramatizar la partida de una persona muy querida y adorada por las mujeres. Desde allí parte toda la escena teatral donde se aprecia cómo actúan los hombres ante esta tristeza colectiva, descrita por Villanueva como una “tragicomedia”.

“El lunes de Carnaval celebramos el velorio de la Hamaca, que comienza a las 12 de la noche y permanece durante toda la noche hasta el día siguiente. A las 12 del mediodía se procede al entierro de la Hamaca, salimos de aquí de la Casa del Tambor, venimos a la esquina de los Tres Clavos, recorremos el barrio San Millán, toda la ciudad, y regresamos a eso de las 6:00 o 7:00 de la noche para culminar nuestra manifestación”, relata.

Al haber nacido y crecido en la comunidad, el también director de la Casa del Tambor fue notando cómo iba mermando la tradición, con la desaparición física de los fundadores del Baile de la Hamaca. Y fue así como decidió que una costumbre en la que normalmente participaban solo adultos, ahora contaría con la inclusión de los más jóvenes de San Millán.

“Nuestros ancestros eran muy celosos de la manifestación, hoy le concedemos la razón. Antes los niños debían estar durmiendo a las 7:00 u 8:00 de la noche (…), entonces nosotros, en el año 1976, tomamos la batuta y en lugar de alejar a los niños, los trajimos, le pusimos un tambor en las piernas, le pusimos una charrasca, una escardilla, le pusimos una maraca y les dijimos esto es lo que hay que defender, vamos a cuidarlo y vamos a quererlo”, señaló Villanueva.

Días previos al Baile de la Hamaca, el barrio de San Millán ya lucía repleto de colores, se observaban labores de embellecimiento en el histórico lugar, conocido como la esquina de los Tres Clavos y sus alrededores, con el objetivo de lucir todo su esplendor ante la gran cantidad de personas que por tradición, amor por la cultura, curiosidad o pasión se dan cita para disfrutar de esta festividad, que demuestra que nadie puede contener sus pies al escuchar el repique de un tambor.
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