El ser humano tiene una obsesión con volar. Hay diferentes tipos de alzar vuelo. En esta oportunidad no les voy a hablar de ascender al cielo, sino de volar sobre las aguas y las rocas del rio Acequia en Barinas a altísima velocidad. Cuando fui al piedemonte andino viví una de las experiencias más divertidas y emocionantes de mi vida, practicar rafting.
Antes de llegar al municipio Pedraza el paisaje del llano venezolano nos acompañaba, mientras el verdor se acentuaba a medida que avanzábamos por la carretera con dirección a San Cristóbal. Una gran balsa roja en la troncal 5, antes de llegar a Socopó nos indicaba que habíamos llegado a nuestro punto de partida. El equipo de Acequia Aventuras dirigido por Ramon Ignacio Romero estaba organizando los últimos detalles para empezar nuestro recorrido.
Después de la calurosa bienvenida, nos dirigimos en camioneta al campamento Arassari Trek, ubicado en la vía a Caño Grande, con cómodas cabañas que sirven de alojamiento y cuenta con amplias zonas verdes para acampar, a orillas del rio Acequia, desde donde íbamos a zarpar. Ramon Ignacio nos explicó que la mejor temporada para practicar rafting es la lluviosa, entre mayo y noviembre.

“Una vez que el río tiene nivel está en condiciones para recibir a los temporadistas y eso nos permite que las balsas se desplacen con mayor velocidad y no tengan como obstáculos las piedras”.
Nuestro descenso fue de aproximadamente una hora y media con una extensión de 3 kilómetros y medio y con un nivel grado tres. Acequia Aventura también ofrece un recorrido más largo de 12 kilómetros, realizados en 4 horas. En esta zona hay 7 campamentos activos donde ofrecen además de las comidas y el alojamiento, otras actividades como rapel, kayak, rutas de bicicletas, senderismo y visita a cascadas y petroglifos.
Antes de comenzar el trayecto del descenso, ya listos vistiendo la indumentaria, chaleco, casco y remo, nos dieron una corta charla de inducción, en la cual nos informaron sobre las posiciones que deberíamos adoptar dentro de la balsa y las direcciones que deberíamos seguir.
El recorrido fue un éxito, lleno de euforia, adrenalina recorriendo por nuestras venas, mientras la brisa golpeaba nuestros rostros.
Tuvimos momentos de relax en que flotamos en lagunas calmadas y dejamos que la corriente nos llevara.
Al terminar, llegamos al balneario del río Acequia, donde nos esperaba el resto del equipo de @acequiaventura. A los amantes de los deportes extremos y de la aventura los invito a visitar Barinas y disfrutar de esta experiencia, descender en balsa en uno de los rápidos más emocionantes de Venezuela.