Noruega y su luz perpetua en verano promete largos días para el disfrute
Muchas son las bondades de este país nórdico poco conocidas por los turistas
Flor Santamaria-Kovacs
Noruega está ubicado al norte de Europa y es conocido, entre otras cosas, por el turismo de invierno que, como aperitivos diarios, ofrece largas noches y climas extremos en las latitudes más cercanas al Polo Norte.
Es un país que tiene mucho que ofrecer al visitante, y como plato principal está el avistamiento de las auroras boreales y la presencia de animales típicos de la tundra como renos y alces.
Otros no tan conocidos son la inspiración de paisajes lánguidos y húmedos y los exóticos fiordos congelados sobre los cuales caminar, la singularidad de carreras en trineos tirados por perros y la posibilidad de esquiar en casi toda la extensión del kilométrico territorio, además de los paseos en motonieves.
Muy poco se menciona el dulce postre que se sirve en las bondades del verano.
Mientras que el sur de Europa hierve en los países ibéricos y en el centro las olas de calor levantan vapores de los ríos, en Oslo el sol se da con toda su generosidad, pero distante, agradable y por muchas más horas.
Durante las 24 horas, el astro rey se hace presente en la zona norte, pues no se oculta y es un fenómeno conocido como “Sol de Medianoche". Tal vez porque en su sabiduría natural quiera compensar las largas noches de oscuridad y luna durante el invierno y las ausencias en parte de la primavera y el otoño.
Y aunque este atractivo fenómeno natural (que deja ver como el sol baja hasta el horizonte sin llegar a desaparecer) es observable en el norte del Círculo Polar Ártico a plenitud, en el resto del país también se contempla. De esa forma, el visitante se encuentra con el mismo sol al acostarse y al levantarse al día siguiente. No es confuso, es simplemente una experiencia única.
Oslo y la dinámica veraniega
La mejor época del año para visitar Oslo, sin duda, es durante los meses de junio, julio y agosto porque muchos noruegos se van al sur de Europa y la ciudad queda con lo mejor del paisaje y de las actividades al aire libre.
Conciertos, festivales, terrazas para comer y beber al fresco, mientras hace un clima de entre 18 y 27 grados con brisa, y las pequeñas playas están a tope de gente feliz. Los noruegos sonríen y miran a los ojos, cantan y desbordan de simpatía.
Ahora se tuestan sin camisa en parques y plazas donde hacen parrilladas, mientras que en la zona de Bjørvika y de Aker Brygge saltan al agua desde plataformas que los desarrollos urbanos han dispuesto para este fin, mientras que disfrutan de las más diversas opciones para picar, comer o beber.
Entre las atracciones preferidas para gozar de este fenómeno del sol constante está realizar actividades en contacto con la naturaleza. A cualquier hora.
En Oslo y sus alrededores hay infinidad de rutas con paisajes que quitan el aliento, de colores parecidos a un cuadro de Edward Munch, para hacer excursiones a pie, en kayak o en bicicleta y esto es para personas en forma o no y con o sin mascota. Además se puede jugar al golf en cualquier momento del día, lo mismo que pescar y nadar.
Acampar a pocos kilómetros del centro de la ciudad y sentir que se está en un bosque mágico frente a un lago misterioso, y con la seguridad de que son las aguas más limpias del mundo, también es un placer.
Para los amantes del arte y la cultura, Oslo cuenta con varios museos dedicados solamente a la historia nórdica como el Folke Museet, el Museo de Kontiki y el Fram; el Museo de Arte Vikingo, y lo más clásico, el Museo de Arte Nacional y el Museo de Edward Munch, pintor de la conocida obra El Grito.
Sabores y cadencias latinas
Aunque la gastronomía que predomina es la local y la europea, cada año se van incorporando a la lista restaurantes que ofrecen nuevos sabores debido a la inmigración española y latinoamericana. Por eso hay demanda de restaurantes orientados al concepto de tapas, pasapalos y botanas. La arepa venezolana y su versión colombiana desde hace años aparece en kioscos y restaurantes de concepto “Pop-Up”.
En los sitios especializados en comida callejera (lo que en Venezuela se conoce como “calles del hambre”) los comensales pueden elegir entre platillos mexicanos, argentinos y hasta caribeños. Uno de los restaurantes mexicanos que ofrece más de cien tipos de tequilas y mezcales se llama Dios Mío y está abierto hasta las tres de la mañana. También restaurantes de autor incluyen en sus menús ceviches, empanadillas, tacos y chimichurri.
La salsa y la bachata son muy populares y hay días de salsa y fiestas latinas en barcos, muelles y salas de concierto. El idioma que antes podía ser una barrera, en verano no lo es, pues en la mayoría de los puntos de información turística se habla español.
Muchas cuentas de Instagram tienen buenos planes como la de @Viking_latina o la de @radiolatinamerika para las fiestas de verano y @Pateandodestinos para tips generales. También @elmio.oslo, para saber dónde será su próxima arepada, y por supuesto la página oficial de turismo de la ciudad y de las diferentes zonas con eventos diarios como @bjorvika_oslo y @akerbrygge.
Y es que en los veranos noruegos, junto con el sol, la alegría también dura 24 horas y está al alcance de todos.
Y es que en los veranos noruegos, junto con el sol, la alegría también dura 24 horas y está al alcance de todos.
@Pateandodestinos
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