Erika Uzcátegui
Isla Larga es el destino ideal que nunca olvidarás y que siempre mantendrás entre los mejores recuerdos de tu vida por la belleza marina, los diferentes tonos de azul y la extensa barrera coralina, que es un hábitat de gran variedad de especies marinas.
A tres horas y media de Caracas encuentras este paraíso marino, ubicado frente a Puerto Cabello, estado Carabobo, en el Parque Nacional San Esteban.
El ingreso a este parque se debe hacer vía marítima. Los temporadistas necesitan tomar una lancha desde el puerto y navegar durante diez minutos. En el paseo puedes visitar otras islas, como Isla del Rey, Isla Santo Domingo e Isla Alcatraz, que son parte del parque nacional.
Los lancheros son gente amable y cordial, al igual que el resto de la población de Puerto Cabello, donde conseguirás personas cálidas y solidarias que hacen sentir al turista como en casa.
Una vez llegas a Isla Larga, el maravilloso encanto de la naturaleza te sorprende y al mismo tiempo te cobija. Al contemplar el mar se perciben los diferentes tonos de azul de sus aguas que contrastan con el azul del cielo. Sin necesidad de usar caretas, a simple vista puedes observar peces de muchos colores y tamaños nadando cerca del bote y en la orilla.
Es impresionante la cantidad de vegetación que se encuentra en Isla Larga, donde árboles y manglares de diferentes tonos de verde se mezclan haciendo de este lugar un paraíso de contrastes.
Por cierto, les recomiendo aplicarse repelente porque a pesar de que fumigan hasta dos veces al día, los mosquitos pueden hacerles pasar momentos incómodos.
Entre las cosas que me llamaron más la atención están dos grandes barcos mercantes hundidos en las aguas de Isla Larga. Uno de los buques es alemán y el otro es italiano. Estos barcos tienen más de cien años reposando en las profundidades del mar.
Una de las actividades más populares en esta zona de la isla es la práctica de buceo, que se hace con personal capacitado y con toda la indumentaria necesaria. Bucear hasta las profundidades del mar es la mejor forma para ver los barcos de cerca, y apreciar mejor los detalles de un nuevo hábitat. Podrás encontrar peces de gran tamaño y corales de colores increíbles. Sin duda alguna esta es una experiencia que hay que vivirla.
Otras de las divertidas actividades que ofrecen son paseos en kayak o en la banana. Para los que prefieren el relax, hay toldos con un estilo rústico, porque son chozas con sus sillas.
A la hora de almorzar hay un restaurante, Machys, que ofrece gran variedad de comida: tostones playeros, delicias del mar, langostas y ostras a precios solidarios.
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