Se exploran opciones de más vuelos internacionales desde y hacia Venezuela
La aviación comercial aprovecha el oxígeno mínimo para mantenerse en el aire
Luis Manuel Vargas M.
Ahora que estamos en una etapa pospandemia, la aviación comercial comienza a aprovechar el nuevo oxígeno mínimo necesario para mantenerse en el aire, gracias a más rutas autorizadas y al interés de los viajeros en regresar a sus destinos de siempre, sea por turismo, familia o negocios.
Cuestión de permisos
La potestad de autorización de aerolíneas, rutas y frecuencias recae exclusivamente en la autoridad aeronáutica de cada país, por lo que las aerolíneas dependen de las decisiones que se tomen en el plano gubernamental.
En este contexto, alivia saber que los representantes de la administración pública responsables del estímulo a la aviación comercial han intensificado sus contactos con organismos internacionales, aerolíneas extranjeras y nacionales, y otras instituciones de carácter aeronáutico y aeroportuario, que dejan ver la posibilidad de una cada vez mayor apertura de los cielos venezolanos a aerolíneas foráneas.
Sin embargo, la velocidad en la toma de decisiones para autorizar nuevos actores en el mercado aéreo pudiera ser superior a lo mostrado hasta el presente. Un ejemplo es el destino Colombia que, después de la gran expectativa generada en septiembre del año pasado, a la fecha, seis meses después, recién la aerolínea Satena inició operaciones con dos vuelos semanales entre Bogotá y Caracas. Oferta insuficiente, sin duda.
Política y aviación
Es evidente que la decisión de aumentar las frecuencias y los operadores depende más de un tema político que comercial.
Hasta 2017, de acuerdo con el portal de noticias aviacionline.com, alrededor de 17 vuelos diarios se registraban entre Venezuela y Colombia; luego, justo antes del inicio de la pandemia en 2020, ya había caído a 30 vuelos semanales, sumando las operaciones de Laser Airlines, Albatros, Conviasa, Avior y Wingo.
El potencial de pasajeros está ahí, y ahora se supone con mayor fuerza, dada la inmensa población de origen venezolano en Colombia, y la ya establecida colonia colombiana en Venezuela. Eventuales viajeros que se cuentan por miles.
Mirando al norte de Falcón, recientemente se anunció también la reapertura de los cielos con las islas Aruba, Bonaire y Curazao (ABC). Una buena noticia si tomamos en cuenta lo compleja que ha sido la relación diplomática en los últimos tiempos. Ello ampliará las posibilidades de más vuelos para los pasajeros que deseen ir a dichos territorios insulares. Basta saber cuáles aerolíneas tomarán ventaja en esa nueva carrera aerocomercial.
A la fecha, el gran ganador de los vuelos internacionales hacia y desde Venezuela ha sido Copa Airlines. Su decisión de permanecer en el mercado venezolano, contra turbulencias y desafíos de todo tipo, le está dando frutos en esta era pospandemia de reactivación de los viajes.
Los cuatro destinos que atiende Copa en Venezuela le mantienen como el mayor operador extranjero en suelo local, y es probable que sume una nueva ciudad venezolana en el corto plazo. Su indiscutible fortaleza: el centro de conexiones en Panamá.
Volar o no volar
Venezuela sigue siendo un imán para las aerolíneas si las dejan trabajar. Aún están por resolverse las autorizaciones para volar hacia el sur del continente americano.
Estelar inició vuelo semanal a Chile, pero es claro que el mercado es más grande. Argentina y Brasil esperan también por rutas desde Venezuela. Afortunadamente, los vuelos a Europa se mantienen operando con normalidad. Resalta también la operación de Turkish Airlines, que anunció más vuelos a nuestro país. Estados Unidos es tema de otro calibre.
Se reconoce que la situación de disponibilidad de equipos en el país es difícil. Salvo Conviasa, con el tipo de parque aéreo comercial existente y operativo por parte del grueso de aerolíneas venezolanas, solo se puede permitir cubrir rutas en el Caribe y parte de Los Andes. Es obvio que dependemos de aerolíneas extranjeras para vuelos de más largo radio.
No es un tema que se resuelve de un día para otro, porque detrás de una renovación de flota están factores tan diversos como la seguridad jurídica, el acceso a los mercados financieros o el clima de negocios, entre otros.
Por lo pronto solo queda autorizar más aerolíneas extranjeras para cubrir el mercado. Desde luego, con base en los convenios o acuerdos bilaterales vigentes.
Como siempre, el beneficio principal ha de ser para el viajero. Ahora que viene la temporada de verano, sería ideal contar con nuevas autorizaciones a más destinos, que permitan al público decidirse por la aerolínea de su conveniencia.
El fin debe ser una oferta amplia, que genere tarifas competitivas y dinamice el mercado con más conectividad, como en cualquier parte del mundo, donde la aviación es pilar de desarrollo turístico y progreso económico.
@aeroconexion
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