BW Turismo
Sobredosis de Turismo
Algunas veces el exceso de turistas puede provocar el repudio y deterioro del destino
En el último año, el término turismofobia se ha ido apoderando de los portales de turismo, así como de revistas y otras publicaciones referidas a las experiencias de viaje. En todos y cada uno de los espacios que esta palabra aparece coincide en tratarse de una aversión hacia el flujo de turistas por los residentes de un lugar turístico.
El fenómeno aunque parece sacado de un cuento de ficción no es de extrañar, ya que de acuerdo a un estudio realizado por el investigador, Georde Daxay, es resultado de una de las cinco etapas por las que atraviesa un destino turístico que son: euforia, apatía, molestia, antagonismo y rendición. Y es que, a propósito de una serie de actos vandálicos perpetrados en algunas ciudades europeas se determinó que la saturación de turistas era el causante de la anarquía suscitada en esos lugares. Veamos entonces, cuáles son esos destinos que se han visto fatigados por el turismo.
Barcelona
Aun cuando en el penúltimo año, España incrementó un 30% de sus ingresos por aporte turísticos el caos que imperó en Barcelona fue repudiado por sus habitantes al punto que la alcaldesa de la ciudad reguló la construcción de nuevos hospedajes y entró en vigencia limitaciones para la plataforma Airbnb que fomenta el alquiler de viviendas para el turismo.
Venecia
En el año 2012, se estrenó el documental Síndrome de Venecia, cuyo epicentro de la trama apuntaba a que los habitantes locales de esa ciudad huían por el aumento del precio de la vivienda y la invasión de hoteles y apartamentos dedicados al turismo que, a su vez, amenazaba al mismo turismo ya que de irse la mano de obra, ¿quién se haría cargo de los turistas? La denuncia del documental era el rescate del turismo más humano. Si bien, se trataba de un escenario hipotético, un lustro después lo que Andreas Pichler, director del filme describía en su pieza se hacía tendencia en ciudades de España hizo que el gobierno italiano tomara medidas en Roma y Venecia para atajar consecuencias similares.
Ámsterdam
Los excesos hacen daño y es la queja constante que se oye en esta pequeña ciudad histórica. El flujo de visitantes se ha desbordado y con ello el tráfico, la falta de limpieza y hasta el ruido. Muchos de sus habitantes han preferido mudarse a la periferia por un poco de tranquilidad. Estos motivos han propiciado que se inicien protestas en contra del turismo sin control en pro de "no perder el alma de la ciudad", como indica Van der Avert de Márketing Amsterdam.
Santorini
Si bien Grecia fue protagonista de un apartheid económico en los últimos años y el turismo es una fuente importante en la recuperación de su economía, un lugar como Santorini, no se da abasto y está sufriendo las consecuencias de ello. Por esa razón, decidieron poner un tope a la llegada de los cruceros para poder tener control sobre la inminente llegada de turistas que de otra forma no permitirán hacer los ajustes necesarios para que la ciudad pueda albergar sin deteriorar la calidad de vida de los residentes la llegada de quienes desean disfrutar este paradisíaco destino.
Islas de Tailandia
En mayo de 2016, Tailandia tomó la decisión de cerrar varias islas de su territorio por un asunto de prevención y protección. Este lugar es el más visitado por mochileros en busca de fiesta y eso estaba ocasionado estragos de tipo ambiental en las mismas. A fin de prolongar sus bondades podría decirse que se adelantó a un escenario de sobredosis de turismo.
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