Uno de los destinos más soñados y exclusivo del mundo, un país del océano Índico con más de 1.000 islas remotas, con increíbles aguas cristalinas y un fascinante mundo marino, es Las Maldivas.
Luego de soñarlo tanto y pasar 10 horas volando, logré pisar este hermoso paraíso, lugar con un clima tropical, caracterizado principalmente por qué sus hermosas aguas son el hogar de diversidad de arrecifes de corales y cientos de especies marinas.

Thinadhoo
Una de las islas de las Maldivas es Thinadhoo, donde llegué luego de tomar una lancha durante 1 hora 30 minutos. El pasaje por persona es de $65 y el hermoso hotel donde me hospedé en esta bella isla fue Plumeria Hotels @plumeriamaldives), donde cancelé $132 por habitación, desayuno y cena incluidos.
Cuando piensan en las Maldivas seguramente se imaginan el sol, la playa y sus mejores bikinis, pero por ser este país un lugar caracterizado por la religión musulmán no está permitido en las playas locales bañarse con bikini, sin embargo, hay ciertas islas locales como Thinadhoo que habilita algunos espacios en las playas solo para turistas, con la finalidad de que puedan disfrutar del sol sin tanta ropa y hacerse sus mejores fotos con sus bikinis favoritos.
Hacer esnórquel en esta isla es sencillo, además una experiencia maravillosa, sus aguas son tan claras que no es necesario incluso llevar lentes de buceo, ahora si quieres tener una mejor resolución de la vida marina de las Maldivas, claro que puedes usar tu careta, eso sí cuidado y te sorprende algún tiburón, ya que hay muchos de ellos por toda la isla.

Vida Marina Fascinante
No tengo palabras para explicarles lo maravilloso y fascinante qué es la vida marina en las Maldivas, pero lo mejor de ello es que puedes avistar grandes especies de animales con mucha facilidad. En mi plan de ir a ver el atardecer conseguí mantarrayas y tiburones, sin necesidad incluso de entrar al mar, a simple vista y parada desde la orilla de la playa encontré a tan solo unos centímetros de mí, estas hermosas especies marinas.
En la segunda parte de mi recorrido cuando nos dirigíamos a las profundidades del mar para ver un barco hundido, en el camino aparecieron delfines y una gran variedad de animales que nos obligó a detener la embarcación para admirarlos mejor. Al lanzarme al mar, también miramos a lo lejos algunas especies, entre ellas una ballena piloto.

Subimos a la lancha y seguimos nuestro recorrido. En el camino nos acompañaron inquietos delfines que saltaban al lado de nosotros, hasta llegar a nuestro destino, donde se encontraba ese barco hundido en las profundidades de las Maldivas y donde practicamos buceo. Este tour tiene un costo de $25 por persona e incluye todo el equipo necesario (mascara y chapaletas), además de las paradas para disfrutar de la gran fauna marina.
Aventura en Jet Ski.

 
Otro de los grandes momentos que viví en las Maldivas, fue un tour espectacular hacia un bajo, en el que la palabra paraíso, realmente queda corta. Es un espectáculo de paisaje donde disfrutas del imponente sol del Atlántico, aguas extremadamente cristalinas y una aventura soñada en este único lugar. Aquí viví una experiencia llena de mucha adrenalina y es que por $65 hice jet ski, navegué a toda velocidad en estas aguas con un juego de azules y celestes espectacular.

Hidroavión y Bungalow sobre el mar
Desde el aeropuerto internacional de Malei y con la mejor agencia de las Maldivas Trans Maldivian Airways (@transmaldivian) viví mi primera experiencia en Hidroavión; una aventura simplemente fantástica, que hizo latir mi corazón muy rápido, durante aproximadamente 25 minutos de vuelo hasta llegar a mi destino.

Uno de los resort más sorprendentes y espectaculares que he conocido es el lti Maafushivaru (@maafushivarumaldives); aquí viví un sueño al hospedarme por el costo de $600 la noche, en los tan deseados Bungalow. El anhelo de muchos viajeros del mundo, dormir en estas increíbles habitaciones que están frente al mar y sobre el mar, ha sido una de mis experiencias favoritas desde que inició Viajando con Vero. Este destino es ideal para relajarse, para agradecer, conectarse con uno mismo, sentir que vives en un paraíso y tomar un increíble bronceado.