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El coronavirus provoca una feroz batalla en la industria francesa del champán

Las principales casas de champán exigen una fuerte reducción de los rendimientos de las cosechas mientras las ventas caen en medio de la pandemia

  • AFP

01/08/2020 06:00 am

La crisis del coronavirus en Francia ha desencadenado una feroz batalla en su sagrada industria del champán sobre la cosecha de esta temporada, en la que se enfrentan los productores y las grandes casas sobre el volumen de la oferta.

Las principales casas de champán exigen una fuerte reducción de los rendimientos de las cosechas mientras las ventas caen en medio de la pandemia de covid-19. Los cultivadores dicen que esto diezmaría sus ingresos.

Tradicionalmente, ambas partes negocian cuántas uvas son cosechadas por los cientos de cultivadores de champán cada año, muchos de los cuales venden a comerciantes, incluyendo grandes marcas como Veuve Clicquot o Pommery.

El objetivo es limitar los riesgos de malas cosechas y oscilaciones drásticas de precios que podrían dejar a muchos fuera del negocio.

Pero los comerciantes dicen que sus bodegas ya están llenas y con ingresos afectados por la crisis no pueden permitirse producir más botellas de las que pueden vender.

"Los cultivadores quieren 8.500 kilos por hectárea y las casas entre 6.000 y 7.000 kilos", explica Bernard Beaulieu, un cultivador de Mutigny, un pueblo de viñedos al sur de Reims, la capital de la región francesa de Champagne.

Con un precio por kilo que se espera que siga siendo relativamente fuerte este año —de unos 6,50 euros— hay mucho en juego.

"No tener un acuerdo con los cultivadores a un mes de las cosechas es algo nunca antes visto desde después de la Segunda Guerra Mundial", dijo Beaulieu.

Sin embargo, la Union des Maisons de Champagne (UMC) pronostica que venderá 100 millones de botellas menos este año.

Y dice que más de mil millones de botellas están actualmente esperando en las bodegas de champán, lo que representa varios años de ventas potenciales.

El director general de la UMC, David Chatillon, dijo a la AFP que no hará comentarios sobre la disputa antes de la reunión del 18 de agosto del Comité de Champagne, que agrupa tanto a cultivadores como a comerciantes.

"Golpe de suerte"

Los cultivadores están especialmente furiosos porque la cosecha de este año, que comenzará el 20 de agosto, será "excepcionalmente buena, con vides capaces de producir hasta 16.000 kilos por hectárea", dijo Beaulieu.

Maxime Toubart, jefe de la asociación de cultivadores SGV, acusó a los comerciantes de poner en peligro sus medios de subsistencia al tratar de aprovechar una crisis para reducir los costos de almacenamiento.

"Los cultivadores están exigiendo un nivel de rendimiento que cubra los envíos del 2020 y que al mismo tiempo asegure la supervivencia de los viñedos", dijo Toubart.

La situación para los cultivadores es aún más alarmante, dijo, ya que la SGV no ha obtenido del gobierno exenciones adicionales de impuestos para superar la caída por el coronavirus.

Para Yves Couvreur, de la federación de cultivadores independientes FRVIC, que agrupa a unos 400 viñedos que también producen su propio champán, "9.000 kilos por hectárea es el límite, no podemos ir más allá".

Para hacer frente a una crisis que podría durar "dos o tres años", aboga por la suspensión de los rendimientos uniformes de la cosecha para que los diferentes actores puedan adaptarse como les parezca.

"El punto de equilibrio no es el mismo para la gente que vende sus uvas, que para los que viven de sus marcas", dijo.

Couvreur también quiere tener más influencia frente a los comerciantes, permitiendo a los cultivadores que dejen madurar sus vinos en las bodegas durante más tiempo, hasta 18 o incluso 24 meses en lugar de los 15 actuales.

"Cualquier propuesta que evite una inundación del mercado es buena", dijo.

Por ahora, si no se llega a un acuerdo sobre los rendimientos, la decisión se dejará en manos del Instituto Nacional de Origen y Calidad de Francia (INAO), que rige las denominaciones de origen de los vinos del país.

"Y si eso ocurre, será un golpe de suerte para ambas parte", advirtió Beaulieu.
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