Alejandro Celedón
Especial para El Universal
Pionera de los chocolateros venezolanos en Miami, la historia de María Alejandra Pérez-Mendoza y su firma Románicos Chocolates forma parte del grupo de quienes, tras mucho experimentar, deciden mirar hacia adentro: a lo vivido en la casa familiar, a lo degustado en los años de infancia, a la despensa local, la del pasado y la actual. En su caso fueron las recetas de una de sus abuelas: el cacao venezolano, y las frutas de la Florida.
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Especial para El Universal
Pionera de los chocolateros venezolanos en Miami, la historia de María Alejandra Pérez-Mendoza y su firma Románicos Chocolates forma parte del grupo de quienes, tras mucho experimentar, deciden mirar hacia adentro: a lo vivido en la casa familiar, a lo degustado en los años de infancia, a la despensa local, la del pasado y la actual. En su caso fueron las recetas de una de sus abuelas: el cacao venezolano, y las frutas de la Florida.
Luego de emigrar a Miami y trabajar en su profesión (diseñadora gráfica), decide emprender con "Miami To Go", empresa dedicada a la comercialización de dulces hechos en Florida, a los que ella les hacía el empaque. Los terribles efectos del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en el sector del turismo dejaron sin posibilidades a su incipiente proyecto.
Su vida cambió en un viaje a San Francisco, California, al visitar la chocolatería de un chef francés, de la que salió impactada. Recordó entonces la receta chocolatera de su abuela que conservaba guardada en una gaveta y comenzó a experimentar en la cocina de forma intuitiva o empírica.
Con 18 años en el mercado, desde su tienda taller en la avenida principal de Coral Way en Miami, "Románicos Chocolates" ofrece un amplio surtido de tabletas, trufas y bombones en los que la creatividad se pone de manifiesto, no solo en la habilidad y técnica empleada por la chocolatera a la hora de elaborar sus productos, sino también en la presentación: cada pieza de chocolate le sirve de lienzo, mientras que los empaques hacen de su marca una de las favoritas como opción para tener un dulce detalle, ya sea en el ámbito personal como en el corporativo.
"Como experta en diseño e ilustración me gusta que la gente pueda plasmar su propio mensaje cuando compra con nosotros. Creo que el chocolate es el mejor vehículo para decir algo; por eso regalar uno de Románicos es una experiencia que comienza en los ojos y termina en el paladar con una sensación de total felicidad", dijo María Alejandra, quien en 2012 fue una de las dos ganadoras del programa "Make Mine a Million $ Business", iniciativa con sede en Nueva York que reconoce el esfuerzo de mujeres emprendedoras.
En vitrina
Para sus recetas, María Alejandra utiliza chocolates de la firma venezolana "Franceschi", pero también echa mano de la despensa local, sobre todo de frutas locales muy apreciadas en Miami como son el mango, la naranja y la lima de los cayos; parchita, piña y coco completan el toque caribeño con una propuesta orgánica.
Para sus recetas, María Alejandra utiliza chocolates de la firma venezolana "Franceschi", pero también echa mano de la despensa local, sobre todo de frutas locales muy apreciadas en Miami como son el mango, la naranja y la lima de los cayos; parchita, piña y coco completan el toque caribeño con una propuesta orgánica.
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