Hacer de la dulcería criolla algo refinado y elegante fue el objetivo que Tibaire Arapé se propuso hace seis años, luego de que leyera un artículo donde se criticaba la presentación de los mismos. Junto con una tía tecnóloga de alimentos convirtieron las frutas en pasta.
Una masa homogénea que se puede moldear y convertir en bocaditos dulces. "Empezamos haciendo el dulce, como dulce, después innovamos y se nos ocurrió hacer una pasta de fruta con la cual pudieramos hacer los dulces en forma de bombón y así mejorar su presencia", indica Árape.
Los dulces de Arapé son pequeños, delicados y con todo el sabor que caracteriza a la dulcería criolla venezolana.
El tradicional coquito viene cubierto de finas laminas de chocolate.
El mazapán de coco está en su punto, los dulcitos de coco-piña, limón y batata tienen el azúcar en su punto, el higo bañado en chocolate es seductor y sus bombones de chocolate están rellenos de esta pasta de fruta que combinados con el chocolate se convierte en una mezcla ganadora.
No hay fruta que no se salve de convertirse en pasta, Higo, piña, batata, coco, cambur, limón, toronja, naranja son algunas de las frutas que Tibaire, junto a su tía convierten en pasta, esto con el fin de elaborar los bombones y dulces, y hasta la flor del cactus ha sido utilizada para realizarla, la cual tiene un sabor inesperado entre frambuesas y fresas con un sutil dulzor.
"A partir de la pasta, los reposteros y las personas que trabajen con dulce pueden darle la aplicación que quieran. Viene empacada al vacío y congelada dura hasta seis meses. Si se va a trabajar la sacamos con un tiempo prudencial de la nevera y si lo que se va a hacer son bombones, la debemos sacar una hora antes", explica.
Crujicremoso es el nombre de este emprendimiento que realza la dulcería criolla, al tiempo que innova en la forma de elaborar estos típicos dulces.
@carolaalz
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