Cordero celebró su tercer aniversario con una cena de altura
Isaam Koteich, junto con Luiz Filipe Souza y Marsia Taha encendieron los fogones
Hace tres años, el chef venezolano Isaam Koteich, apostó por el país. Se había regresado desde Dubai para lo que era una de pocos días, pero todo cambió, y junto a su socio y amigo Pedro Khalil, abrió las puertas de Cordero, un restaurante kilómetro cero enfocado en este animal y con el que pronto cambiaría el panorama gastronómico del país.
Y es que Cordero, en tres años, se convirtió en el mejor restaurante de Venezuela y a la vez entró a la lista de los 50 Best de Latinoamérica. En su segundo año llegó al puesto 88 de la lista y actualmente se encuentra en el 44, fomentando en el camino no solo lo propio, sino promoviendo, además, la cocina latinoamericana con visitas periódicas de diversos chefs del continente que muestran lo mejor de su cocina en cenas especiales organizadas por el restaurante.
Tal como sucedió hace unas semanas cuando celebraron su tercer aniversario. Para esta ocasión, Koteich, estuvo acompañado de Luiz Filipe Souza, chef del restaurante Evvai de Sao Paulo, dos estrellas Michelin y el número 22 de los 50 Best, así como de Marsia Taha, del restaurante Amari en Bolivia y galardonada como la Mejor Chef Femenina Revelación de América Latina.
Los tres marcaron un nuevo capitulo en la gastronomia venezolana ejecutando una cena que muy poco o quizás nunca se había visto en el país donde la experiencia, la técnica, los sabores y el asombro fueron los grandes protagonistas.
De entrada los comensales disfrutaron de una deliciosa merengata de higado de pollo y copoazú, creación del chef Souza, quien resaltó sus raíces italianas no solo con ese entremés, sino también con el tercer tiempo al ofrecer un rigatoni de palmito con emulsión de almendras y botarga. Mientras que la chef Taha ofreció un delicioso cono de masa philo pintado con remolacha y relleno de cordero ahumado, emulsión de ajo negro y presentado en una papaya verde.

El cuarto tiempo despertó todos los sentidos. La cola de lagarto con pasiflora y payuje, no solo fue un festín para la vista, sino para el gusto con esa explosión de sabores y texturas en un solo bocado.
Para el quinto tiempo regresamos a la sazón del chef Souza quien preparó un tortelini de bacalao mantecoso en tacaca (una sopita típica del Amazonia brasilera hecha a base de yuca fermentada y hierba bambú).
En el sexto tiempo, Taha, que es reconocida por promover la despensa autóctona boliviana, preparó fungi con lacayote y algas del lago Titicaca. Y del alturas bolivianas llegamos a los sabores del Caribe, y es que para séptimo tiempo, el chef Koteich presentó un exquisito plato con sabor a mar: orzo con erizo, vieiras y langostinos. Mientras que el nóveno tiempo se le dio espacio al cochino con langostino y feijoada creación de Souza.

Para finalizar fueron dos los postres que cerraron con broche de oro la velada: helado de vainilla amazónica, úrucu y miel de isaño, y el sorprendente cocoliflor, elaborado por Bianca Mirabili (chef pastelera y esposa de Luiz Filipe) que nos presentó texturas de coco y coliflor como nunca antes se había visto.
Y es que Cordero, en tres años, se convirtió en el mejor restaurante de Venezuela y a la vez entró a la lista de los 50 Best de Latinoamérica. En su segundo año llegó al puesto 88 de la lista y actualmente se encuentra en el 44, fomentando en el camino no solo lo propio, sino promoviendo, además, la cocina latinoamericana con visitas periódicas de diversos chefs del continente que muestran lo mejor de su cocina en cenas especiales organizadas por el restaurante.
Tal como sucedió hace unas semanas cuando celebraron su tercer aniversario. Para esta ocasión, Koteich, estuvo acompañado de Luiz Filipe Souza, chef del restaurante Evvai de Sao Paulo, dos estrellas Michelin y el número 22 de los 50 Best, así como de Marsia Taha, del restaurante Amari en Bolivia y galardonada como la Mejor Chef Femenina Revelación de América Latina.

Los tres marcaron un nuevo capitulo en la gastronomia venezolana ejecutando una cena que muy poco o quizás nunca se había visto en el país donde la experiencia, la técnica, los sabores y el asombro fueron los grandes protagonistas.
De entrada los comensales disfrutaron de una deliciosa merengata de higado de pollo y copoazú, creación del chef Souza, quien resaltó sus raíces italianas no solo con ese entremés, sino también con el tercer tiempo al ofrecer un rigatoni de palmito con emulsión de almendras y botarga. Mientras que la chef Taha ofreció un delicioso cono de masa philo pintado con remolacha y relleno de cordero ahumado, emulsión de ajo negro y presentado en una papaya verde.

El cuarto tiempo despertó todos los sentidos. La cola de lagarto con pasiflora y payuje, no solo fue un festín para la vista, sino para el gusto con esa explosión de sabores y texturas en un solo bocado.
Para el quinto tiempo regresamos a la sazón del chef Souza quien preparó un tortelini de bacalao mantecoso en tacaca (una sopita típica del Amazonia brasilera hecha a base de yuca fermentada y hierba bambú).
En el sexto tiempo, Taha, que es reconocida por promover la despensa autóctona boliviana, preparó fungi con lacayote y algas del lago Titicaca. Y del alturas bolivianas llegamos a los sabores del Caribe, y es que para séptimo tiempo, el chef Koteich presentó un exquisito plato con sabor a mar: orzo con erizo, vieiras y langostinos. Mientras que el nóveno tiempo se le dio espacio al cochino con langostino y feijoada creación de Souza.

Para finalizar fueron dos los postres que cerraron con broche de oro la velada: helado de vainilla amazónica, úrucu y miel de isaño, y el sorprendente cocoliflor, elaborado por Bianca Mirabili (chef pastelera y esposa de Luiz Filipe) que nos presentó texturas de coco y coliflor como nunca antes se había visto.
Fotos: Cortesía Andrés Vásquez @_nanu10
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