En pleno apogeo de emprendimientos y de surgimientos de diversos locales de restauración, Tequlibrio decide volver, y quienes lo conocimos antaño no podemos estar más felices con este regreso. Nos encanta que pareciera que el tiempo no ha pasado, y que todo lo bueno que caracterizaba a este lugar vino repotenciado.

 

El concepto es el mismo, comida mexicana para compartir mientras se disfruta de shows en vivo y del ambiente. Su carta es muy sencilla, pero cumple a cabalidad. Tenemos que hablar de sus frozen margaritas, sin duda las mejores de la ciudad. Vienen en varios sabores como coco, mango, parchita y por supuesto la original, ideales para tomarlas solas o como acompañante a cualquiera de sus platos.

Su menú está compuesto por alambres, chilaquiles, tacos, quesadillas, tamales y platos para compartir. Los chilaquiles que son los nachos, vienen en varias combinaciones. El de carnitas está jugoso, perfecto en la combinación de sabores y con la textura adecuada. Los alambritos es el plato de tortillas deconstruido en el que viene la proteína en un cuenco para que sea el comensal el que la arme a su gusto. Por su parte los tacos vienen en variedad de sabores. Son 11 sabores entre los que podemos elegir al pastor, de carnitas, birria de res, tinga de pollo, cochinita pibil, papa y queso, champiñones con queso, frijoles refritos y chorizo y queso. En los alambres destacan “el tropi” con piña asada, tocineta, al pastor, queso y tocineta y el de papas con champiñones y queso. Las quesadillas tienen hasta vegetariana y las clásicas combinaciones como bistec y queso, pollo o pastor y queso.

Mención especial merecen los tamales. Vienen en seis sabores y son deliciosos. Tienen nombres de gentilicio mexicano y nos encantó el yucateco (de cochinita pibil) y el chanchamitos que es de pollo, traen un toquecito picante que no es invasivo y le da un plus. Asimismo cuentan con bandejas mixtas para compartir entre dos, cuatro y seis personas y así se prueba de todo un poco con la opción de que es el comensal quien elige los sabores. En cuanto a los postres el arroz con leche es delicioso, y es que tiene un twist, viene con caramelo salado y la combinación es explosiva.