En medio de una de las mayores crisis sanitarias de nuestra historia, y el reto de adaptarse al uso de los medios digitales como herramienta de enseñanza, este 21 de junio se celebra por séptimo año consecutivo el Día Internacional de Yoga, con el tema de “Yoga para la salud”.

La fecha fue promulgada por resolución 69/131 de la Asamblea General de la ONU del 11 de diciembre de 2014, atendiendo una propuesta del primer ministro de la India, Narendra Modi, con el objetivo de sensibilizar a la humanidad sobre los beneficios de esta práctica milenaria en el cuerpo y la mente.

Con tal motivo, desde diversas regiones del planeta, cuatro reconocidos docentes comparten sus visiones y opiniones sobre la importancia de esta disciplina en el manejo físico y emocional de la enfermedad, y lo que significa la incorporación de la tecnología a su práctica.

India: Sharad Munde

“El mensaje del Yoga en la promoción del bienestar físico y mental de la humanidad nunca ha sido más relevante”, afirma desde la India Sharad Munde, joven docente que vivió en Venezuela durante dos años y ocho meses, como el primer embajador del yoga en 61 años de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

Al regreso a su país, durante la segunda ola de la pandemia, este año, Munde se incorporó a Dedicated COVID Hospital, en su localidad, el pueblo Lokhandi Savaragaon, Distrito Beed, estado de Maharashtra, que cubre dos hospitales de 700 camas cada uno, donde aplicó sus conocimientos al tratamiento físico y, sobre todo, emocional de los pacientes afectados, con sorprendentes resultados.

Durante el tiempo que permaneció entre nosotros, dictó clases, con el respaldo de la Embajada india, en 22 locaciones distintas cada semana, en escuelas de yoga e instituciones públicas y privadas, y el proyecto Yoga en los Barrios, para el que trabajó cada sábado con adolescentes y niños con condiciones especiales de Petare.

“En Venezuela el yoga es famoso”, dice, sorprendido de la cantidad de gente que se entrena en las distintas tradiciones en parques, institutos públicos y privados y barrios de Caracas.

Igualmente, inició aquí la enseñanza de hindi, sánscrito y conocimiento védico, y al arribo

de la pandemia ofreció clases en línea de manejo de estrés y ansiedad para Venezuela y 13 países de Europa y América Latina.

“Hay una tendencia creciente de las personas en el mundo a adoptar el yoga para mantenerse jóvenes y saludables y luchar contra el aislamiento social”, afirma a propósito de su experiencia en los hospitales de su región.

“Pero el yoga -señala- también juega un papel importante en la atención psicosocial y rehabilitación de pacientes con COVID-19 en cuarentena y aislamiento, en lo que es particularmente útil para aliviar sus miedos y ansiedades”.

-Yo nunca había trabajado como docente en mi pueblo, pero observé el miedo y el estrés en esos pacientes y decidí centrarme en manejar eso, al mismo tiempo que el alivio de la debilidad física, mejorando la función pulmonar en casos leves y moderados con prácticas como Yoga Nidra (estados profundos de relajación consciente), posturas como Uttana padasana (piernas extendidas), Makarasna (cocodrilo), Bhujangasan (cobra) y Shasskasana (conejo) modificado, y ejercicios respiratorios (pranayama) como Nadi Shodhan (respiración alterna) y Bhramari (abeja).

Como resultado, informa, la tasa de recuperación de esos hospitales fue del 96% en el período abril-mayo 2021, en comparación con la tasa de recuperación promedio nacional, que fue del 84% en el mismo período.

“El yoga y los medicamentos jugaron un papel crucial en la recuperación, y estoy muy agradecido con el personal administrativo del Hospital y del Distrito por el apoyo”, sostiene.

Al hacer el balance de lo que fue su experiencia venezolana, dice:

“Venezuela es un país con un clima y una naturaleza maravillosos. Una de las actividades que más disfruté fue hacer t-rekking en el Avila, y además recibí aquí el regalo de mi primer hijo. En sánscrito decimos “Vasu-dhaiva Kutum-bakam”, que significa que el mundo entero es una familia. Así que deseo volver algún día para reencontrarme con esta parte de mi nueva familia”.

“Unámonos todos para practicar yoga en esta ocasión del 7° Día Internacional del Yoga, para estar sanos física, mental y espiritualmente. Defendamos la paz y la armonía a través del yoga, en uno mismo y en la sociedad”, invitó finalmente, con motivo de la fecha.

México: Rocío Linage

Arquitecto, diseñadora gráfica, licenciada en comunicación gráfica, bailarina y diplomada en Desarrollo Humano transpersonal y Ampliación de la Conciencia, Rocío Linage es una destacada docente con certificación 1 y 2 de Asociación Internacional de Profesores de Yoga, A.I.P.Y.S y Yoga Alliance.

Fue la salud de su padre lo que la condujo al yoga, disciplina en la que encontró no solo la curación de su progenitor, sino un camino de vida propio.

“Yo estaba buscando alternativas diferentes para ayudar a mi papá, porque ya estaba

cansada de que, luego de ver tantos especialistas, y entre tantos medicamentos que le mandaban, su salud empeoraba cada vez más: sufría de depresión, Parkinson, demencia senil, dolores de espalda, insomnio”.

-Gracias a Dios, llegué al lugar adecuado, y empezamos a hacer yoga los dos, porque no me permitió que lo dejara solo. Hacíamos dos horas diarias y fue muy interesante cómo cambiamos la alimentación, los hábitos. A los seis meses, bajó de peso, se le estabilizaron el colesterol y la glucosa. Los médicos no lo podían creer. “¿Qué estás haciendo?”, le preguntaban. No dejaba de ir a sus clases, ya iba solo a meditar y disfrutaba mucho. “Me devolviste la felicidad”, me dijo.

“Murió de 92 años”, resume, “súper bien, sin necesidad de medicamentos. Ahí me di cuenta de que el yoga no es solo una actividad física, es algo más, es bienestar holístico. Por eso lo difundo como misión de vida, porque fue la lección que dejó mi padre en sus últimos años”.

En cuanto a la situación de la pandemia, Linage opina que la Covid-19 está produciendo una revolución emocional y psicológica en todo el mundo, que ha conducido a cambios radicales en la forma de vida de las personas.

“El hecho de tener que quedarse en casa, ha hecho que la gente valore más otras cosas. Ahora, en lugar de irse a un bar los viernes, se ponen a hacer yoga, a meditar. Ya no salen a un bar a tomar, sino que van al bosque, caminan, disfrutan de la montaña, los árboles. Yo sí creo que esto está produciendo una verdadera revolución emocional y psicológica, un impacto en todo el mundo”.

Como tantos otros, Linage también se ha visto obligada a ofrecer sus clases a través de los medios digitales, las cuales ofrece, de manera gratuita, todos los miércoles, de am a 10:00 am, hora de México por los siguientes canales:

https://uammx.zoom.us/j/87357517753?pwd=aWQ2eldhT0lHRkZkYnRYMDlHQllHUT09&fbclid=IwAR3KN_aR3Br2skHJJm2itSAIlcYBoFaCQ92tfNENtD8vI8NGNSmo992WDsY#success

ID de reunión: 873 5751 7753. Código de acceso: 443877

“La obligación de las clases a distancia es quizás uno de los mayores retos que enfrentamos, pero hay que aprender a adaptarse. La filosofía yoga te enseña a que no te apegues a nada, a lo que te gustaba o estabas acostumbrada. Es sacarnos de nuestra zona de confort. Las circunstancias te lo están exigiendo y tenemos que adaptarnos”.

“Ustedes, en Venezuela, lo saben”, finaliza, “Han vivido cosas muy fuertes, y la gente siempre optimista, amorosa, adaptándose a las carencias y valorando el conocimiento. Todo esto son enseñanzas que nos dejan aprendizajes muy profundos”.

España: Edgardo Leal

“Un sistema inmune activo y en equilibrio es la mejor defensa para impedir el ingreso de virus y bacterias al organismo. Aquí el yoga en su totalidad es una excelente herramienta de protección física y mental”.

Profesor investigador a Dedicación Exclusiva en la Facultad de Ciencias de la UCV, en Fisicoquímica e Investigación en Resonancia Magnética Nuclear (RMN), Edgardo Leal compartía paralelamente la práctica del yoga con sus actividades docentes desde 1994, hasta 2013, cuando se jubiló y dedicó exclusivamente a su enseñanza, convirtiéndose en uno de sus más reconocidos instructores en Venezuela.

Hace tres años, se estableció en Madrid, España, donde actualmente continúa “tratando de ofrecer y compartir el yoga que he desarrollado y aprendido en mi trayectoria. Todos los días hay algo que aprender en el yoga, no hay techo en esta búsqueda”, sostiene.

“En estos momentos –opina- la humanidad está transitando por momentos muy difíciles, el peso y la importancia que ha alcanzado el mundo material en la vida de las personas, nos ha desviado profundamente de nuestra realidad espiritual. El yoga, como práctica espiritual no escapa de ello. El yoga ha entrado a competir en ese gran mercado, más específicamente, el Hatha yoga y la meditación”.

“El yoga, en su totalidad, puede ayudar a la humanidad en lo espiritual, aspecto para lo cual fue creado, en principio”, añade, destacando que “un sistema inmune activo y en equilibrio es la mejor defensa para impedir el ingreso de virus y bacterias al organismo. Aquí el yoga en su totalidad es una excelente herramienta de protección física y mental”.

En cuanto al uso de las tecnologías, señala que “el yoga es unión. Una unión de cercanía de las almas”, y que “nunca una tecnología, por muy avanzada y sofisticada que sea, puede sustituir una clase vivencial, orgánica, espiritual, de carne, hueso, mente, espíritu, calor humano, observación, mirada, palabras, contacto necesario”.

“La tecnología –continúa- es un recurso que aporta, que ayuda, no una sustitución, pero tenemos que recurrir a ella cuando las circunstancias allí nos lleven, como es el reciente caso, en el que puede ser muy útil y debemos aceptar sus limitaciones”.

Sus coordenadas son: en Facebook, Edgardo Leal, y @pensamiento_yoga, en Instagram, donde puede apreciarse la dimensión de su trabajo, y su WhatsApp: +34 722 301 439, para contactos para clases presenciales, en línea, en grupos o personalizadas.

Panamá: Leonor Villasana

Especializada en Ying-Yoga, con numerosas certificaciones internacionales, la también venezolana Leonor Villasana posee maestría en Yoga de la Asociación Internacional de Yoga Yoghismo. Desde 2017 está instalada en Panamá, donde fundó VillAsana Yoga y es coordinadora de Yoga en Síntesis Internacional, escuela avalada por la Asociación Internacional de Yoga Yoghismo y Yoga Alliance, para la formación de profesores a nivel mundial.

-¿Cómo puede la práctica de yoga ayudar a la gente a enfrentar el coronavirus?

-La gente que practica yoga todos los días tiene su sistema inmune fortalecido, así que si lo llegas a contraer probablemente no te dará tan fuerte como a otras personas. A mí misma me dio en algún momento, pero me duró unos cuatro días, me repuse inmediatamente. Sí, la práctica de yoga te ayuda a que no te dé de manera tan fuete.

-¿Cómo afecta el hecho de tener que dar las clases a distancia?

-Al principio yo estaba renuente a hacerlo por Instagram en vivo, porque eso no te permite observar lo que están haciendo tus alumnos, pero por Zoom es diferente. Tengo un grupo con el que trabajo dos veces por semana y son súper disciplinados y puntuales. La clase dura una hora y yo las estoy viendo. Claro, a veces no se escucha bien, se va el audio o se congela la imagen, pero en general funciona bien.

“Lamentablemente –agrega- se pierden los abrazos, los besos, el afecto cercano, los ajustes, pero se gana mucho respeto y consideración, y mayor compasión hacia las personas que están lejos, gente de otros países. De alguna manera el uso de la tecnología nos ha acercado más. Así que no lo veo como un mal, más bien nos benefició a nosotros mismos, al demostrarnos de lo que somos capaces, de hasta dónde podemos llegar en nuestro deseo de ayudar “.