La relajación de las restricciones impuestas a la vida cotidiana a causa de la pandemia del nuevo coronavirus vuelve a hacer posible la práctica deportiva al aire libre en muchos países, como por ejemplo salir a correr por avenidas y parques urbanos, pero hay que tener cuidado con los dolores de espalda.

Aktion Gesunder Rücken (AGR), una asociación alemana promovida por médicos y terapeutas cuyo cometido es combatir el dolor de espalda a través de la investigación y la prevención, alerta sobre las consecuencias de practicar jogging después de un largo periodo de inactividad.

La asociación advierte que los principiantes pueden sufrir dolores de espalda después de salir a correr. Entre las posibles causas que señala AGR se encuentra la debilitación de la musculatura del tronco, que es donde se apoyan los músculos de la espalda durante la carrera.

Debido a esto, los corredores deberían empezar por fortalecer el tronco. Entre los ejercicios ideales para conseguirlo se encuentran los de estabilización, como los que consisten en apoyarse sobre los antebrazos.

Otras causas que pueden provocar dolores de espalda pueden ser una elección equivocada de zapatillas deportivas o un estilo de carrera inadecuado.

En cualquier caso, todo aficionado al jogging que sufra un dolor de espalda intenso e irradiado, debe visitar lo antes posible a un médico. Este tipo de dolor puede ser causado, por ejemplo, por el desplazamiento de un disco intervertebral.