Las personas que tienen problemas cardíacos deberían ser cautelosas con los suplementos nutricionales. La ingesta de estos productos aumenta el riesgo de absorber ciertas vitaminas y minerales en cantidades demasiado grandes. Según la Fundación Alemana del Corazón esto podría acabar siendo más perjudicial que bueno para la salud.

Además, la ingesta de esas pastillas, polvos o concentrados puede hacer que en última instancia pase a un segundo plano seguir una dieta equilibrada.

Además de practicar ejercicio, una alimentación saludable mantiene el corazón y la circulación en forma, señalan los expertos. Lo ideal sería que se comiera mucha fruta y verdura, productos integrales, suficientes proteínas, frutos secos, pescado y aceites vegetales.

La gente que no come ningún tipo de comida de origen animal o muy poca debería asegurarse un consumo suficiente de vitamina B12.

"En estos casos y en general, si se comprueba una deficiencia de ciertas vitaminas o minerales, tomar suplementos es inofensivo", apunta la Fundación del Corazón. No obstante, antes de hacerlo, conviene siempre consultar con el médico.