Según la doctora Virginia Viguera, especialista en medicina psiquiatra, la psicoinmunología es una rama nueva de la medicina y de la química que se está desarrollando aceleradamente a medida que se estudian los factores de interjuego entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico. “Trata de los mecanismos de autorregulación del organismo y de la compleja comunicación entre estos sistemas y sus implicancias sobre la salud y la enfermedad”, explica la doctora, desde la página web psiconet.
Por otra parte, la doctora Florangel Salazar, asevera que la psicoinmunología es un proceso que forma parte de la sanación. “Es un complemento médico para tener una respuesta más rápida ante la sanación de una patología”, dice Salazar, quien forma parte del pequeño grupo de médicos venezolanos que abordan la especialidad.
Salazar también afirma que la psicoinmunología se aplicó primeramente en pacientes oncológicos. Luego, se llevó a patologías cardiometabólicas, autoinmunes y alérgicas.
“Es decir, adicionalmente de aplicar en pacientes oncológicos, posteriormente se comenzó a tratar a pacientes con hipertensión, diabetes, alérgicos, entre otros”, dice la experta.
¿Cómo funciona?
Viguera asegura que la psicoinmunología abarca tres disciplinas: psicología, neurología, endocrinología e inmunología.
Viguera asegura que la psicoinmunología abarca tres disciplinas: psicología, neurología, endocrinología e inmunología.
Para que esta funcione, Salazar enfatiza que se debe aplicar un protocolo en la persona a tratar. “Primero, el paciente debe estar precedido por una relajación. Segundo, debe existir un grado de coherencia con lo que el paciente quiere, ya que no puede ser un proceso obligado. Y tercero, se debe explicar a la persona el padecimiento que tiene desde un enfoque anatómico para que este pueda comprender y tener claro lo que ocurre en su cuerpo. Así, podrá visualizar cada detalle”, indica la doctora.
Cabe destacar que esta alternativa médica tiende a ver más a la persona como una sumatoria de órganos y no al organismo humano de manera aislada. Así mimo, trata de un complejo dinámico que engloba no solo lo físico sino también la historia personal, el entorno físico, cultural, económico y social en interrelación permanente del paciente.
En tal sentido, es muy importante que el especialista guie al paciente en cada terapia para que este pueda imaginarse el proceso de recuperación. “Si la mente lo imagina, ese pensamiento envía un mensaje al resto del cuerpo”, indica Salazar, quien agrega que el número de terapias dependerá de cada tipo de patología y de la disposición que pueda tener la persona afectada.
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