Entrenadores aseguran que los ejercicios isométricos generan tensión muscular y activan la fibra que el entrenamiento dinámico habitual no alcanza a movilizar.
"Es un tipo de entrenamiento en el que un estímulo activa las placas motoras; es decir, fibras nerviosas asociadas al tejido muscular, por lo que surge una contracción muscular, pero las articulaciones no se mueven", indica Antonio López, entrenador personal y director de Saludando, centro de bienestar integral ubicado en España.
Un ejemplo de este tipo de ejercicios son la plancha abdominal y la sentadilla estática, en los que la fuerza para mantenerse a ras de suelo se equilibra con la de la gravedad. Por lo tanto, la suma de ambas fuerzas es cero y no hay desplazamiento posible, pero sí un amplio despliegue de energía.
"Según la intensidad de la fuerza contraria, el requerimiento de fuerza muscular puede ser muy alto para mantener los segmentos -las distintas partes del cuerpo- en una posición estática", agrega López.
En tal sentido, los beneficios que producen este tipo de entrenamiento al cuerpo son múltiples, ya que permiten complementar el trabajo dinámico, recluta la fibra muscular más profunda, controla la activación muscular, mejora la fuerza, aportan una mayor tolerancia al dolor y estimula musculatura estabilizadora.
Prevención
Al momento de realizar este tipo de ejercicios, es necesario considerar ciertos aspectos para evitar un accidente.
"Una mala alineación de los segmentos corporales, una mala posición al sujetar una mancuerna en estático o el intentar coger más peso del que podemos sostener también puede provocar tirones o desgarros", acota el entrenador.
Otro factor a considerar es la respiración. Esta, no se puede contener.
Por último, expertos en cardiología consideran que los hipertensos no deben realizar este tipo de entrenamiento.
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