Barcelona.- La inmunoterapia va progresando paso a paso para ser el gran tratamiento revolucionario de la década en la lucha contra el cáncer.
Esta terapia consiste en estimular las defensas del organismo para que se logre identificar las células tumorales y las ataquen. Los primeros tratamientos se le realizaron a unos pacientes desahuciados, sin alternativa terapéutica y con una esperanza de vida menos a los 6 meses.
"Hace 30 años no se encontraba algún tratamiento que se pudiese implementar para el cáncer de pulmón microcítico (o de células pequeñas)", declaró Stephen Liu, oncólogo del hospital universitario Georgetown a AFP.
Se habían probado 60 moléculas en 40 ensayos y todos resultaron negativos. Este subgrupo tumoral, que supone el 15% de las neoplasias pulmonares, es el de peor pronóstico: se detecta tarde y, aunque responde muy bien a la quimioterapia, en cuanto se deja el tratamiento, reaparece.
En el congreso de Sociedad Europea de Oncología Médica, celebrado en Barcelona se ha presentado un estudio que prueba que, en combinación con la quimioterapia, el atezolizumab, una inmunoterapia que ya funciona en otros tumores, mejora el pronóstico de estos pacientes.
A los 12 meses, el 52% de los pacientes tratados con esa combinación seguían vivos frente al 38% tratados solo con inmunoterapia. Al año y medio, los porcentajes eran 34% y 21%, respectivamente.
"Se reduce el riesgo de muerte un 30%. Hay más pacientes vivos con inmunoterapia. Por primera vez en décadas tenemos un tratamiento nuevo y hemos conseguido superar la barrera de los 10 meses", apunta Liu.
"En el cáncer de pulmón no microcítico avanzado o en recaída, también se ha demostrado que la combinación de dos inmunoterapias, son más efectivas que una sola inmunoterapia o que la quimioterapia estándar". Indica Enriqueta Felip, oncóloga en el Vall d'Hebron Instituto de Oncología de Barcelona.
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