Un entrenamiento adecuado puede mejorar el insomnio, la ansiedad y el estado de ánimo deprimido. También, mejora la atención y la memoria, lo que se relaciona con un menor riesgo de demencia.
Aunque el ejercicio físico genera beneficios, estos pueden variar si se hacen al aire libre o en lugares cerrados.
La revista Sports Medicine publicó una revisión de 34 estudios que tenía el objetivo de comparar diferentes parámetros entre personas que hacían carrera en el exterior y sobre una caminadora.
"Los que corrían en el exterior exhibieron mayor resistencia en comparación con aquellos que lo hicieron en una caminadora. Sin embargo, cuando se analizó el consumo máximo de oxígeno (parámetro muy importante para valorar el rendimiento), o la velocidad máxima alcanzada, no hubo diferencias significativas", indicó Fernando de la Guía, médico y miembro de Cardiología deportiva de la Sociedad Española de Cardiología.
Guía aseguró que las sensaciones que se obtienen al correr al aire libre no son las mismas cuando se hace en lugares cerrados, ya que suele ser más aburrido y monótono si se hace de forma habitual.
Por lo tanto, el cardiólogo recomendó no quedarse en casa. "El esfuerzo que se practica suele ser mucho mayor, hay que subir o bajar rampas, estás nadando con oleaje y corrientes -que no hay en una piscina- o subiendo cuestas con la bicicleta", dijo.
Además, el especialista añadió que siempre que se eviten horas de temperatura extrema y se realicen los entrenamientos con ropa adecuada y bien hidratados, el contacto con la naturaleza estimula y aumenta nuestras sensaciones positivas.
Por otra parte, De la Guía explicó que el factor meteorológico influye en el cuerpo. "En el aire libre mejoramos nuestra tolerancia al frío o al calor, lo cual es bueno para reforzar nuestro sistema inmunológico", aseveró. A esto se suma que en espacios abiertos se queman más calorías.
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