Hay muchos estudios científicos que certifican todo lo que la música puede lograr los niños desde que están en el vientre materno hasta el mismo momento en el que ya empiezan a hablar.
Uno de estos estudios fue llevado a cabo por el departamento de Psicología de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.), y tuvo como resultado que el aprendizaje musical y el desarrollo del lenguaje operan mecanismos similares.
Otra investigación realizada en la Universidad de Washington (EE.UU), demostró que los niños que están en mayor exposición a patrones musicales durante el día, pueden aumentar los niveles cerebrales relacionados con el habla.
El estudio logró comprobar que la música insentiva y ayuda a que los niños aprendan palabras complejas de forma más rápida y fácil que los infantes que no lo están.
Señalaron que la exposición a la música mejoró la capacidad de los pequeños para estar pendientes de los patrones de sonido, una habilidad importante para el inicio del habla.
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