Los trastornos de conducta alimentaria pueden presentarse a cualquier edad. Sin embargo, estos se presentan con mayor frecuencia en adolescentes, quienes, en ocasiones toman comportamientos que pueden alertar a las familias sobre la existencia de algún desorden alimenticio.
Clotilde Vázquez, jefa del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, explicó que entre estos comportamientos alarmantes pueden encontrarse los cambios bruscos en la forma de comer, así como una obsesión por el peso y por el tipo de alimentación, reseñó Infosalus.
La especialista afirmó que en estos casos lo ideal es consultar con un experto y evitar tratar esta conducta como una enfermedad. Además se debe aconsejar a la persona sobre la forma correcta de alimentarse y mantener un buen peso. "Hay que asesorarse para lograr un peso ideal sin hacer ninguna agresión a tu cuerpo y a tu mente. Es muy efectiva esta manera de trabajar si se adopta al principio. Cuando ha pasado tiempo es cada vez más difícil superar el trastorno, y además ya hay desnutrición", aclaró Vázquez.
La Mayo Clinic estadounidense define la anorexia como un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso, señaló Vázquez. "Para las personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa", agregó.
Por otra parte, la bulimia no suele hacer que los jóvenes cambien de peso, debido a que "se atiborran de comida". No obstante "sí cambian su conducta. Tratan de comer en grupo y luego les surge la ansiedad" por lo cual tienden a comer en exceso.
Además, "los padres pueden notar en la cama restos de comida, o que en la nevera faltan cosas. Es más frecuente en chicas esta enfermedad", aseguró Vázquez.
En el caso de la vigorexia, la especialista explicó que este trastorno comparte con la anorexia y con la bulimia la obsesión con el peso y con la comida, pero en cambio, quienes lo padecen empiezan a practicar deportes todos los días y muchas veces hasta la extenuación.
Indicó que este trastorno es más frecuente en chicos, aunque también suele darse en chicas.
Otra característica que presentan las personas con un trastorno alimentario es que se interesan porque siempre los demás coman, mientras que ellos no comen o esconden la comida.
Vázquez destacó que representa un trastorno muy serio, que en su fase inicial se puede trabajar y paliar.
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