Alida Vergara Jurado
Especial para El Universal
No hay madre, tía o abuelita que no sueñe en cómo incorporar a la alimentación de los más pequeñitos, los vegetales y legumbres. Y es que estos son imprescindibles para el buen desarrollo de los niños; sus beneficios son infinitos, aportan vitaminas y nutrientes, mejoran su sistema inmunológico, ayudan a mantenerlos saludables.
Además la ventaja de que un niño coma de todo es la fantasía de todos los padres, no solo por los beneficios a la salud, sino por la facilidad de poder pasear y viajar sin limitaciones de cargar con frasquitos o refractarios con "lo que a los niños les gusta".
María Garófalo, nutricionista-dietista, profesor de la Facultad de Medicina de la UCV y Director de Estética y Nutrición Garófalo, así como asesor nutricional para diferentes empresas, insiste en que los padres deben acercar a sus niños a los vegetales y legumbres de manera amigable y divertida.
"A partir de los dos años hay que incorporarlos en preparaciones del agrado de los más pequeños; las arepitas y hamburguesitas de colores con zanahoria, remolacha y auyama ralladas, así como los vegetales verdes en unión a huevo y queso, como parte de buñuelitos o torticas de espinaca, brócoli o coliflor".
Garófalo también apunta a realizar brownie con caraotas, e incluso publica consejos y recetas en su instagram @mary_garofalo para quienes quieran probar e intentar recetas nuevas en el hogar.
Asimismo especialistas recomiendan no tirar la toalla la primera vez que se les ofrezca a los niños algún alimento nuevo y éstos lo rechacen.
Indican que es fundamental ofrecérselos varias veces y en distintas platos, con diferentes preparaciones y combinaciones.
Otros consejos
Si se quiere empezar con frutas y vegetales es recomendable comenzar con los dulces. La manzana, el cambur y la auyuma serían los alimentos ideales para la iniciación, los cuales pueden prepararse como puré, papillas o compotas.
Para los niños que están más grandes se debe jugar con colores, formas y texturas. También hay madres que optan por realizar figuras con la comida como caritas sonrientes o animales lo que hace a estos alimentos mucho más atractivos para los pequeños.
Lo ideal es que la incorporación de estos alimentos se dé una vez iniciada la alimentación complementaria (período en el que se empiezan a introducir alimentos sólidos además de la leche materna). De esta manera el niño se familiariza con estos sabores y texturas, y los hace parte de sus hábitos alimenticios.
Lo mejor es que los padres también incluyan en sus comidas granos, verduras y frutas ya que los niños imitan el comportamiento de sus papás.
Para finalizar no es recomendable usar el postre como arma de negociación, ya que si esto se hace, se inculca la idea de que las verduras son un castigo y los dulces un premio. CCA
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones