Posponer trabajos, asuntos o recados es procrastinar. Esta inacción a veces nos hace sentir ineficaces, como si nos dejásemos invadir por la pereza.
El tradicional dice "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" y anuncias que después se conocería como la acción de procrastinar (aplazar, demorar, postergar).
Un trabajo publicado en la revista Ciencia psicológica revela que hay personas con más tendencia que otras a perder el tiempo.
Según el profesor Tim Pychyl, de la Universidad de Carleton (Canadá), explicó que la procrastinación tiene que ver con la falta de control de las emociones, más que con el manejo del tiempo.
Se puede evitar
Es conveniente escribir una lista de tareas y distinguir las urgencias de las importantes; centrarse en un trabajo, en vez de en varios a la vez; y evitar las interrupciones, Como atender al instante los mensajes del teléfono móvil.
Beneficios de perder el tiempo
Pese a que el aprovechamiento del tiempo es el signo de la eficacia y la productividad, lo cierto es que el procrastinar puede tener su lectura positiva.
Lejos de ese afán por tener todo bajo control, postergar tareas da paso a nuevas experiencias, por ejemplo, ayuda a ser más creativos, ya que en ese momento de reflexión nos pueden surgir ideas nuevas; ayuda a motivarse, y es que una de las causas de ella es precisamente la falta de motivación; y también favorece una toma de decisiones más meditada y menos impulsiva.
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