El tabaco no sólo afecta la salud humana sino que amenaza el bienestar del planeta, según un informe divulgado esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
El Tabaco es una planta nacida en América, posee un olor fuerte, con un tallo grueso y muchas ramas, de las que salen unas hojas grandes y con nervios marcados.
Pertenece a la familia de las Solanáceas (Solanaceae), y es del género Nicotina (Nicotiana). Actualmente es la especie más cultivada y de mayor importancia económica, y conocida como tabaco común es Nicotiana tabacum.
Contiene nicotina, una sustancia tóxica que produce fuerte adicción, aunque daña a su consumidor y también al ambiente.
"El daño al medio ambiente sucede a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos del tabaco debido a la deforestación, la polución del agua debido al uso de pesticidas y los deshechos de cigarrillos", dijo Vera Luiza da Costa e Silva, jefa de la Secretaría del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
La producción tabacalera utiliza más de 22.000 millones de toneladas de agua al año, según el informe encargado al Imperial College London, según dpa.
Cerca de 84 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) son emitidas a la atmósfera anualmente como resultado del cultivo de tabaco, lo que representa un 0,2 por ciento de las emisiones globales.
Además, el estudio afirma que el cultivo afecta el desarrollo económico, al considerar que el tabaco tiene un bajo rendimiento y requiere más inversión por parte de los agricultores respecto a otros cultivos.
En Zimbabue, por ejemplo, una hectárea de suelo rinde una tonelada de tabaco, mientras que esa misma superficie puede producir 19 toneladas de papas.
La mayor parte de la producción de tabaco tiene lugar en países en desarrollo. Entre los diez mayores productores hay países de bajos ingresos que son importadores netos de alimentos, como Zimbabue y Malawi.
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