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Lactancia materna: 11 posturas posibles para amamantar

¿Cuál es la mejor posición para dar el pecho? Esta es una de las dudas más habituales entre las madres primerizas

  • EFE

07/08/2018 11:23 am

Para facilitar una lactancia exitosa, existen múltiples posibilidades que se adaptan a las situaciones específicas de la madre: dificultades con el agarre del bebé, partos prematuros o por cesárea, mastitis, bebés con reflujo, infecciones de oído o partos gemelares. 

Con objeto de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra hasta el 7 de agosto, EFE Salud recoge algunas de las posturas preferidas por las madres a la hora de dar el pecho y se destacan las principales consideraciones de expertos en este campo para que la lactancia sea satisfactoria y fructífera. 

No existe una posición correcta o incorrecta para sujetar y alimentar el bebé, lo que debe primar es la comodidad Según la Encuesta Nacional de Sanidad de 2017, en los últimos 20 años se ha observado un incremento de la lactancia materna, tanto en frecuencia como en duración. 

A los 6 meses casi el 40% de las mujeres continúa con lactancia materna exclusiva. La OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan mantener la lactancia materna hasta los 2 años, siendo esta exclusiva durante los primeros seis meses, e incluyéndose a partir de entonces una alimentación complementaria. 

La comodidad primero 

No existe una posición correcta o incorrecta para sujetar y alimentar el bebé. Así lo destaca la compañía especializada en lactancia materna Medela, que insiste en que lo que debe primar es la comodidad de la madre y del bebé durante la sesión de lactancia. En esta línea, la neonatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, la doctora Leticia Ruiz, afirma que, “aunque hay muchas posiciones para la lactancia materna, lo más importante es que tanto la madre como el niño estén cómodos”. 

De acuerdo con la especialista, la comodidad viene dada por dos cosas: en primer lugar, la madre debe tener la espalda reclinada y los pies apoyados, y en segundo, el niño tiene que mantener las cervicales alineadas con la espalda. 

Aunque cualquier posición es adecuada, la neonatóloga recomienda adecuarse a las situaciones. Por ejemplo, en la primera semana de postparto la zona baja del abdomen puede estar más dolorida (especialmente tras la cesárea) y recomienda utilizar una almohada o un cojín de lactancia para elevar al bebé. 

“También hay que cambiar las posiciones a medida que el bebé va ganando peso y talla”. Sin embargo, según declara la doctora Ruiz, generalmente la posición preferida entre las madres es sentada, pegando abdomen con abdomen y el bebé cogido en brazos. 

Se ha comprobado que el contacto piel con piel del bebé con la madre provocan un aumento de los niveles de oxitocina, hormona que participa en la liberación de la leche materna. El estrés dificulta la producción de oxitocina, por lo que la comodidad y la relajación de la madres son fundamentales para favorecer el flujo de leche. 

Posiciones de lactancia 

1. Posición de lactancia acostada o reclinada Es la posición de lactancia biológica y suele ser la primera elección de las madres, tal y como confirma la doctora Leticia Ruiz. Para estar más relajada y poder ver al bebé, la madre puede utilizar almohadas y cojines. De esta manera, puede permanecer reclinada en lugar de acostada. Es muy útil si la madre tiene una bajada de leche o los pechos grandes, o si al bebé no le gusta que le toquen la cabeza mientras se alimenta. Además, el contacto piel con piel estimula los instintos de alimentación del bebé y la gravedad le permite agarrarse bien. Es la posición habitual inmediatamente después de dar a luz, ya que si la madre coloca al bebé sobre su tripa, este gateará de forma instintiva hasta agarrarse a su pecho.

2. Posición de cuna La posición clásica y la más popular, aunque no siempre proporciona tanta sujeción al bebé como el resto de posturas. La madre se sienta en vertical y el bebé tiene colocados la cabeza y el cuello sobre el antebrazo de la madre y el cuerpo en el estómago. Si la madre se coloca un cojín en los hombros o en la espalda evitará tensiones, y si opta por utilizar un cojín de lactancia debe tener en cuenta que sus pechos deben estar a la altura del bebé para evitar que esté demasiado alto y acabar con los pezones doloridos y agarre tensionado. 

3. Posición cuna cruzada Esta posición es similar a la anterior, pero en este caso el bebé descansa sobre el antebrazo contrario. Es muy útil si hay dificultades con el agarre del bebé, porque la madre tiene más control sobre su colocación y puede usar la mano libre para sujetar al pequeño a la altura del cuello e inclinarle la cabeza. El agarre es uno de los aspectos más importantes para un buen inicio que facilite una lactancia satisfactoria, ya que un agarre deficiente influye en el desarrollo del bebé y puede dañar los pezones y provocar dolor. Para un buen agarre, la madre debe dirigir el pezón hacia el paladar del bebé. Esta posición es muy recomendable para bebés recién nacidos, aunque es importante tener en cuenta que durante los primeros días la madre no debe sujetar al bebé. Al inclinar el mentón del bebé contra el pecho se provoca un agarre superficial que podría causar pezones doloridos. Comienza a ser adecuada cuando el bebé es más grande. 

4. Posición de balón de rugby También conocida como posición auxiliar o de acoplamiento. La madre está sentada y el bebé queda acostado sobre su costado, apoyado en su antebrazo y con los pies en dirección al respaldo. El cuerpo del bebé está hacia atrás y la cabeza se mantiene centrada en la línea media del abdomen de la madre. Es una de las opciones preferidas para las madre de bebés prematuros, de gemelos o para aquellas madres que hayan dado a luz mediante cesárea, porque no apoyan al bebé sobre la herida. Ofrece seguridad al bebé y a la madre porque ambos se miran mutuamente, lo que a su vez sirve para reforzar el vínculo materno-filial. 

5. Posición de balón de rugby doble En el caso de los gemelos, es habitual que las madres necesiten ayuda para colocar al segundo bebé cuando el primero ya está enganchado. Es ideal para gemelos, y es la similar a la posición anterior pero necesita una almohada de lactancia doble. Este complemento proporciona sujeción extra para que la madre pueda dar el pecho a los dos bebés al mismo tiempo mientras mantiene las manos relativamente libres y sin ejercer presión sobre su tripa (fundamental tras cesárea). No obstante, es importante tener en cuenta que “normalmente, todos los bebés tienen predilección por uno de los dos pechos por una cuestión postural”, explica la neonatóloga. Con los gemelos, esta postura es recomendable si es posible enganchar los dos bebés a la vez, pero si uno es muy nervioso o tiene bajo peso, será preferible darle de comer primero. 

6. Posición acostada de lado La madre y el bebé están acostados el uno junto al otro, tripa contra tripa. Es ideal para tomas nocturnas, para madres que tienen puntos sutura de la cesárea y puede facilitar la lactancia a bebés con frenillo corto o anquiloglosia. La doctora Leticia Ruiz subraya que la madre debe estar atenta al riesgo por aplastamiento que existe en esta posición en el caso de que la madre se quede dormida, o al hecho de que el bebé se duerma y deje de succionar. 



Posición acostada de lado (Cortesía)

7. Posición acostada tras cesárea 

Es complementaria a la anterior. La madre está tumbada y tiene el cuerpo del bebé sobre el hombro. En esta postura se evita soportar el peso del bebé sobre la herida. 

8. Posición de koala El bebé está sentado a horcajadas sobre los muslos o las caderas de la madre. Tanto su cabeza como su columna se deben mantener verticales durante la sesión de lactancia. Suele ser la posición más cómoda para bebés que sufren reflujo o tienen infecciones de oído. También es beneficiosa para bebés con anquiloglosia o bajo tono muscular. 


Posición de koala (Cortesía)

9. Posición a cuatro patas Es muy útil en los casos de mastitis, aunque posiblemente no sea la posición más cómoda y es recomendable recurrir a ella sólo durante periodos cortos de tiempo. El bebé está tumbado y la madre se coloca de cuclillas dejando suspendido el pezón sobre su boca. 

10. Con portabebés La madre debe ver el rostro del bebé y comprobar que su barbilla no queda presionada contra su pecho, por lo que es mejor cuando el lactante es capaz de sujetar la cabeza por sí mismo. Es muy práctica para dar el pecho fuera de casa, si al bebé no le gusta que le tumben o si se alimenta con frecuencia. 

11. Posición de mano de bailarina Está especialmente indicada para bebés con un tono muscular bajo, como aquellos nacidos de forma prematura, con síndrome de Down, o los que tienen dificultades para mantenerse agarrados. Esta posición ofrece gran sujeción y permite a la madre ver cómo está colocado el bebé. La madre debe sujetar el pecho por debajo con su mano con tres dedos en forma de U, y coger la mandíbula del bebé colocando el pulgar y el índice sobre sus mejillas. 

Consideraciones previas 

Antes de empezar la toma, la madre debe asegurarse de tener todo lo necesario a su alcance (bebida, un tentempié, etc.) y estar cómoda. 

La toma habrá finalizado cuando e bebé haya ingerido lo suficiente, es decir, cuando deje de succionar. Según informa la neonatóloga, entonces se enfadará y se soltará, o se quedará dormido. 

Una postura que está contraindicada si se da el pecho es que los niños duerman boca abajo. “Esta postura está asociado a la muerte súbita del lactante, y la madre debe estar atenta por si el bebé se voltea al acabar la toma”, sostiene la doctora Ruiz. 

Si el agarre no es correcto, el principal síntoma es el dolor. “Los primeros días, el enganche produce dolor, pero las molestias van desapareciendo con la succión”, apunta la doctora del Hospital Nuestra Señora del Rosario. 

Si el dolor se mantiene, puede producir dolor, grietas o heridas. Un agarre deficiente influye en el desarrollo del bebé y puede dañar los pezones y provocar dolor 

La lactancia materna es a demanda, y la frecuencia y la duración de las tomas es muy variable. 

La principal duda de las madres que dan el pecho es que no saben lo que el bebé está comiendo. Para aliviar a las madres primerizas, Leticia Ruiz recomienda enganchar frecuentemente el bebé, lo cual a su vez estimula la producción de leche. Hay que recordar que la lactancia materna tiene importantes beneficios. Los más inmediatos para la madre son: la vuelta a la situación basal del útero, la recuperación de un peso normal, el vínculo psicológico materno-filial y la prevención de cáncer de útero y de mama.    
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