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La guayabera se reinventa y conquista

La firma de César Augusto Torrealba cautiva por su elegante modernidad. En sus modelos aplica diferentes texturas y colores, tratando de captar al público joven, además de niños y damas

  • YAMILETH ANGARITA

26/07/2018 07:13 pm

¿Quién podría pensar que esa camisa elegante que solía usar por fuera del pantalón el abuelo o el padre, con bolsillos en la pechera y en los faldones, hoy en día sería una de las prendas de vestir más buscadas entre los hombres jóvenes?. Incluso, las mujeres también la manejan como una muy buena opción de su guardarropa, alcanzando incluso a niños y bebés. 

Se trata de las guayaberas, un tipo de camisa muy fina que en los países tropicales también se usa como vestimenta de etiqueta, muy considerada en ceremonias solemnes. 

Su origen no está muy claro, algunos indican una amplia geografía de países latinoamericanos que van desde México hasta las Filipinas. Lo que sí se maneja con certeza es que es de las prendas más populares en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México, Panamá en la región caribeña de Colombia, en la costa ecuatoriana, las Filipinas y otros países de Centroamérica. 

Venezuela no se queda atrás, y no solo aquí se aprecia con sumo gusto llevar una guayabera sino que tenemos excelentes diseñadores que con ella se lucen y dan mucho de qué hablar. Uno de ellos es el valenciano César Augusto Torrealba (@guayaberaylino), con treinta años de carrera en la moda, y con un notable reconocimiento en lo que a propuesta de guayaberas se trata. 


(Cortesía César Augusto Torrealba)

Clásicas pero a su modo 

Varios años pasaron desde que comenzó a confeccionar ropa para damas, caballeros y niños, en un taller en la Candelaria, en Caracas, hasta que decidió enfocarse únicamente en el diseño de la guayabera. 

Respetuoso de esa pieza, investigó primero quiénes la hacían en el país, consiguiendo al “pionero en guayaberas en Venezuela”. 

“Para mi admiración comienzo a buscar su vida y formación y me doy cuenta que es un señor, para mí el ‘rey de las guayaberas en Venezuela’, Arcadio Díaz. Asimismo conseguí otras personas que las hacían en Caracas y decidí hacer un estudio para conocer el mercado. Al terminarlo concluyo que si me voy a dedicar a las guayaberas quiero trabajar la cubana, colocándole una modificación mía y trabajando la reinversión de dicha pieza”, contó. 

Una vez enfocado, y queriendo abarcar todo tipo de público, comenzó a jugar con nuevos modelos, aplicando diferentes texturas y colores. Con eso buscaba captar al público joven, además de niños y damas. “Y en lo posible ir ajustando las piezas de caballero a un nivel que permitiera hacerla entre clásica y moderna”, dijo. 


(Cortesía César Augusto Torrealba)

Las que crea las confecciona en lino, algodón, sedas, blondas, shantung, organiza, chifón, entre otras telas. Unicolores o combinadas, de un mismo material o combinando diferentes, mangas largas o cortas, recatadas o provocativas, cada una de las guayaberas de este venezolano demuestran que son una pieza masculina muy versátil, adaptable a cualquier ocasión y público. 

En 2017 tuvo la oportunidad de presentar una amplia muestra en el República Dominicana Fashion Week, de la mano de Jorge Diep. Para este año su meta es participar en el Aruba Fashion Week, mientras se encuentra estudiando el mercado de Perú para el verano. 


(Cortesía César Augusto Torrealba)

Un “Clásico con estilo” 

Toda una anécdota es conocer que César Augusto Torrealba siempre había rechazado la guayabera porque la usó de pequeño y entonces le picaba. Sin embargo, por circunstancias que le fue presentando la vida, fue esta la que terminó signando su camino y pasión como diseñador. “Le pedía a Dios cada día que me indicara el camino correcto para apalear la crisis y sacar mi negocio adelante”, recuerda de los años de su arranque. 

Fue después de que Irvin Ríos, Míster Venezuela Internacional, le pidió que le hiciera una que comenzaron a "lloverle" los pedidos. 

“De allí vino una pareja de San Carlos que me pidió varias, luego tuve otro pedido de cantidad mediana y es cuando me doy cuenta que mi destino era hacer guayaberas”, admite. 

Posteriormente su amiga Ximena Gutiérrez le propuso hacer un desfile en el "Museo de Arte Afroamericano" en San Bernardino. El comentarista José Tocar lo apoyó en ese momento y le comentó que su papá había tenido una sastrería en el centro de la ciudad. 

“Me dijo que él deseaba que yo usara el lema ‘Clásico con estilo’ en honor a su padre. Para ese desfile logré montar 47 piezas inspiradas en la guayabera y desde allí no he parado de reinventarla, respetando las características que la conforman”. 


(Cortesía César Augusto Torrealba)

Descubrir la pasión 

Su historia parte de un taller de confección familiar en la Candelaria, en Caracas. En aquel entonces su abuela fue determinante para comenzar a delinear su camino como diseñador, aunque al principio se negó a andarlo. 

Una vez cumplida una promesa hecha a su tía, y aliviado de tal responsabilidad asignada cuando era niño, César Augusto Torrealba comenzó a descubrir libremente que sí le gustaba la moda. Décadas después admite que lo que comenzó como imposición se fue convirtiendo en su pasión. 
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