Barcelona.- Las personas que cenan dos horas antes de acostarse tienen un 20% menos de riesgo a padecer cáncer de mama y próstata que aquellos que realizan comida nocturna tardía o se duermen inmediatamente luego de cenar.
Manolis Kogevinas investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) destacó que, los estudios en personas sobre alimentación y cáncer se habían enfocado en los patrones de dieta o estableciendo relaciones con la cantidad de alimentos consumidos y la obesidad.
No se había prestado interés a factores tan cotidianos como es el comer: horas de ingesta y las actividades que se llevan a cabo antes y después, "La evidencia reciente en estudios experimentales indica que el momento de comer es importante y muestra que hacerlo en horas tardías afecta a la salud" informó Kogevinas.
El objetivo principal de la investigación fue evaluar si los horarios de comidas y de sueño se relacionan con el riesgo de padecer cánceres de mama y de próstata, que son dos de los más comunes en el mundo y mayormente relacionado con el trabajo nocturno y la disrupción circadiana, informó EFE.
Kogevinas explicó "Nuestro estudio concluye que seguir patrones diurnos de alimentación se asocia con menos riesgo de cáncer", y reafirmó que los resultados de la investigación "subrayan la importancia de tener en cuenta el ritmo circadiano en los estudios sobre dieta y cáncer".
El investigador concluyó que "tendrán implicaciones en las recomendaciones sobre la prevención del cáncer, que actualmente no tienen en cuenta los horarios de las comidas".
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