Y es que el sueño es una función vital de todos los seres vivos y se requiere para garantizar una adecuada ejecución de sus funciones, tanto mentales como físicas.

Claudio Cárdenas, neurólogo del Centro Médico de Caracas, especialista en Sueño Certificado por la European Sleep Research Society, explica que el sueño debe tener tres características principales para que cumpla sus funciones. “Duración adecuada, profundidad suficiente y continuidad Tienen que cumplirse las horas que se necesitan por edad, tener un buen porcentaje de sueño superficial (55%) profundo (25%) y paradójico (20%) y que la cantidad de alertamientos y despertares sea escasa”.

Señala que la calidad de sueño se mide basado en la calidad de vigilia. Si la persona duerme bien, no debería tener somnolencia excesiva durante el día y debería sentir a la mente despejada, así como tener energía suficiente para funcionar adecuadamente y estar de buen humor; pero si se percibe que el sueño no es reparador, que en la noche es imposible tener sueño continuo o que se tienen pesadillas, alteraciones de conducta, parálisis, entre otros, se debe considerar que se tiene un problema grave de sueño por lo que se deben tomar cartas en el asunto debido a que la falta de sueño modifica los procesos autónomos del cuerpo como la temperatura y la presión arterial y afecta las funciones intelectuales como el razonamiento, la interacción social y la resolución de problemas.

Si una persona considera que tiene problemas para dormir lo primero que debe hacer es hablarlo con su médico de cabecera o con el pediatra si es un niño quien lo tiene. Una vez que el médico identifique el problema lo refiere al especialista encargado de solventar el problema bien sea un neurólogo, nueropediatra, cardiólogo, psicólogo u otra especialidad.

“El principal problema radica, en que la mayoría de las personas no considera que tener un trastorno del sueño sea un problema médico, no toman esto como un desorden de la salud. En ocasiones no mencionan nada, porque creen que todos los trastornos del sueño son psicológicos, y temen ser estigmatizados por el médico o sus familiares. La principal arma para solventarlo es que el paciente le comunique a cualquier médico que le está atendiendo, que tiene un problema de sueño, para poder generar un plan de resolución de problemas”, comenta Cárdenas.

“Los trastornos del sueño son muy variados. Estos afectan el sistema nervioso, el sistema respiratorio, cardiovascular, gastrointestinal, en general, todos los sistemas, así que el tratamiento depende del diagnóstico”, apunta el también director médico de la Unidad de Nuerosueño de la Clínica Soñares en San Bernardino.

El especialista indica que dependiendo del diagnóstico es que se trabaja. Por lo que se puede ir desde la terapia cognitivo conductual para el insomnio crónico, el uso de equipos ventilatorios para apnea del sueño, medicamentos para la narcolepsia, fototerapia o luminoterapia para los desórdenes del ritmo circadiano, melatonina para los trastornos del comportamiento del REM, suplementos de hierro para el síndrome de piernas inquietas o tratamiento específicos para epilepsias relacionadas al sueño.

Cárdenas añade que la mayoría de los insomnios no son orgánicos, son principalmente desordenes de conducta construido inconscientemente por la persona y que en muchos casos esconden una patología. “Las apneas del sueño pueden ser a consecuencia de obesidad severa, diabetes mellitus, o inclusive ser a causa de un problema cardíaco o una arritmia. Los trastornos del ritmo circadiano se deben a alteraciones del ciclo sueño vigilia y la interacción con el sol y la luz artificial del espectro ultravioleta, algunos desórdenes del comportamiento durante el sueño pueden ocultar una enfermedad neurodegenerativa como enfermedad de cuerpos de Lewy, entre otras condiciones”.