¿A quién no le ha pasado quedarse encerrado en su casa porque la cerradura no funciona?. Razones hay muchas, pero todas las explicaciones coinciden en el hecho de que no tiene -o sabe- cómo hacer para que quede de nuevo libre su acceso tras la puerta o reja.
Casi todas las personas creen que estos casos son únicamente solucionables por un cerrajero, quien ciertamente es el experto en el suministro, instalación y reparación de cerraduras para casas, negocios y hasta autos. Pero existen acciones sencillas para tratar de solventar la situación y con ello acabar con el impedimento. Claro, eso dependerá del grado de complejidad de lo que está sucediendo y del tipo de cerradura; dependiendo de ello, se actuará.
Comenzando por lo que hay que saber
Antes de proseguir es bueno establecer que una cosa es la cerradura y otra el cerrojo. La primera es la parte donde se coloca la llave y al girarla abre o cierra el mecanismo del cerrojo. En el caso de este, es la pieza que pasa algún tipo de barra o cadena para bloquear o desbloquear la puerta.
También hay que conocer que existen las cerraduras “embutidas”, las que se instalan dentro de la puerta quedando invisibles a la vista; y las cerraduras “sobrepuestas”, que se colocan sobre la puerta dejando su cuerpo visible.
Cerradura sobrepuesta (Yamileth Angarita)
Las cerraduras que comúnmente se siguen usando en la mayoría de las casas tienen cilindros mecánicos (con llaves de dientes de sierra o de puntos). Igualmente están las de cilindros electrónicos, pero estos requieren un abordaje tecnológico, muy específico y en sintonía con la compañía que aportó esa seguridad.
Cilindro mecánico (Yamileth Angarita)
Además, hay que mencionar las partes fundamentales y externas de las cerraduras de cilindros mecánicos: pestillo, frontal y resbalón.
El pestillo es móvil, tiene un resorte, y es la pieza que al cerrar la puerta, entra en el hueco correspondiente del marco. El frontal es la parte más visible de todas, ubicado en la esquina de la puerta, va sujeto con tornillos cubriendo el pestillo y el resbalón. Finalmente, este último es la parte que entra y sale por el frontal cuando se pasa el cerrojo.
Partes visibles de la cerradura (Yamileth Angarita)
¡Me quedé encerrado!
Como en toda situación que genera alarma, lo primero que hay que hacer es calmarse y evaluar muy bien lo que sucede.
“A veces la gente se desespera. Me ha tocado atender situaciones en la noche, porque la persona mete la llave mal o tiene un sistema de seguridad que no maneja bien y está metiendo la llave al revés”, cuenta Carlos Carreño, herrero y calderero.
Luego se verifica si la cerradura tiene pasado el cerrojo, si quedó adentro una parte de la llave partida o si simplemente ya no gira de manera normal.
"¡No gira!, ¿Y ahora qué hago?" (Yamileth Angarita)
“Cuando la persona se queda dentro de su casa y no tiene la cerradura pasada, se puede tratar de meter un cuchillo por donde hace el batiente con la puerta para tener acceso al pestillo”, indica, agregando que “a veces se puede abrir hasta con una tarjeta”.
Pero si el cerrojo está pasado sí hay que llamar a un experto, porque “de repente hay que cambiar el cilindro o hasta romperlo”, dice Carreño, quien también es soldador universal graduado del INCE-Sidor de Guayana, en 1978.
Describe que también podría suceder que el cilindro se descontrole, constatable cuando se mete la llave en la ranura, cuesta para que accione perfectamente y no sale del cilindro en la posición correcta.
“El cerrajero usa un alambre para corregir eso. Pero tiene que sacar antes el cilindro”, orienta.
Sacando el cilindro (Yamileth Angarita)
Asegura que hacerlo es sencillo, usando un destornillador de estría o de pala. “Se afloja el tornillo bastante largo que está en el frontal; se mete la llave, se medio gira y se jala el cilindro”.
Sacando tornillo del frontal (Yamileth Angarita)
Acota que si la puerta o reja tiene protector de cilindro se presentan dos aspectos: “uno cerrado, que generalmente va por la parte de adentro de la casa, y otro que es abierto que es por donde se puede meter y sacar el cilindro”.
Aunque no es el caso más común, agrega que a veces se tiene que usar un taladro con una mecha para sacar el cilindro, por ejemplo, cuando se pierde la llave o se traba en la cerradura.
No hay que dejar por fuera el cuidado para las puertas y rejas. Afirma que mojarlas con agua para limpiarlas deteriora su material, y que no hay que dudar que al año habrá que cambiarlas. Tampoco se deben batir porque, advierte Carreño, “las bisagras comenzarán a aflojarse, a desgastarse, y la puerta o reja comenzará a presentar dificultades para cerrar”.
Carlos Carreño es experto herrero, calderero y soldador universal (Yamileth Angarita)
Los inexpertos también pueden
A propósito de sus 42 años de experiencia profesional, Carlos Carreño orienta sobre qué hacer para cuidarlas
• Las cerraduras embutidas pueden tener posición para abrir hacia el lado izquierdo o derecho; es importante verificar cuál es o pedir la deseada cuando se va a comprar.
• Nunca se le echa aceite, de ningún tipo. Los finos resortes del mecanismo interno se llenarán de una grasa que los pegará.
• El grafito es el mejor aliado porque sí lubrica, pero es seco. Se puede comprar en la ferretería o sacarlo raspando la punta de un lápiz de este material. Se deja caer adentro del cilindro, se mete la llave y sin forzarla se comienza a girar.
• Es bueno tener un cilindro de repuesto en la casa, para poder cambiarlo cuando uno mismo puede atender la situación.
• Ante sus altos costos, apenas se sienta que comienza a fallar es bueno mandarlo a reparar con un cerrajero de confianza.
• Si se parte una llave y la puerta o reja quedó abierta, se procede a sacar el cilindro para, muy delicadamente, tratar de sacar la parte que quedó adentro, o llevarlo a la cerrajería para que lo hagan. En caso contrario, hay que llamar al cerrajero.
Para más orientaciones puede contactar a carlos_ferralber@hotmail.com, y por el teléfono 0212-8613704
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