Desarrollar buenos hábitos incrementa la esperanza de vida
Expertos aseguran que es necesario activar una alimentación correcta, realizar ejercicio regularmente, respetar las horas del sueño, hacer actividades antiestrés, entre otras
Considerar un estilo de vida saludable, puede que muchas veces se asocie con elevados costos cuando de alimentación y entrenamiento o ejercicios se trata.
Por lo tanto, las personas suelen descartan esta opción para mejorar la calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud no solo como la ausencia de afecciones o enfermedades, sino también como un estado de máximo bienestar físico, mental y social.
Por otra parte, expertos sostienen que la salud viene marcada por dos estados: genéticos (aquello que se recibe a través de la herencia genética) y condicionales (adquirido por la práctica de hábitos saludables).
Para dar vida al segundo estado, es necesario activar una alimentación correcta, realizar ejercicio regularmente, respetar las horas del sueño, hacer actividades antiestrés, entre otras.
En tal sentido, Zairen Albornoz, nutricionista deportivo, indica que para llevar una mejor calidad de vida se necesita de determinación y conciencia de salud. "Esta decisión no tiene que ver con el presupuesto, condición económica o entorno", dice la especialista.
Para ello, Albornoz aconseja preparar la mayor cantidad de comidas en casa con productos naturales como verduras, frutas, vegetales, carbohidratos complejos, legumbres, entre otros; evitar los jugos y consumir la fruta entera, ya que se obtiene más fibra y control de la azúcar; evitar las frituras y no omitir el desayuno.
"La mayoría de las opciones para comer deben ser natural. Además, hay que destinar el 80% al consumo de alimentos naturales y el 20% a los llamados antojos, como dulces, los fines de semana", asevera.
Una de las opciones que recomienda para preparar en casa son: en el desayuno panquecas a base de avena, claras de huevo y linaza o una arepa con linaza y sardina. En el almuerzo, una ensalada de vegetales con caraotas y arroz o con una proteína a la plancha (pollo, pescado o carne). Y en la cena, se puede consumir vegetales al vapor con claras de huevo o aguacate.
Con respecto al ejercicio, no necesariamente se debe estar inscrito en un gimnasio.
"Independientemente del lugar donde esté la persona, lo prudencial es hacer ejercicios tres o cinco veces por semana. También, se puede practicar algún deporte, correr, caminar, pasear a los perros", expone.
En este caso, lo ideal es siempre mantenerse activo y evitar el sedentarismo.
A estas prácticas, se suman otras ocupaciones tales como: mantener los hábitos de higiene y aseo personal adecuado, disfrutar del tiempo libre y hacerlo de forma placentera, ejercitar la mente para que funcione correctamente y así evitar el deterioro cognitivo y dormir bien durante un número de horas adecuadas para que el cuerpo descanse.
En tal sentido, iniciar y mantener una aptitud saludable puede influir en el incremento de la esperanza de vida.
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